“Vosotros, pues, no os preocupéis por lo que habéis de comer, ni por lo que habéis de beber, ni estéis en ansiosa inquietud. Porque todas estas cosas buscan las gentes del mundo; pero vuestro Padre sabe que tenéis necesidad de estas cosas. Más buscad el reino de Dios y todas estas cosas os serán añadidas.”
Lucas 12:29-31
He escuchado muchas ocasiones el dicho que dice: “Cuando el hambre entra por la puerta, el amor sale por la ventana” y recuerdo que cuando me casé y me lo mencionaron dije con orgullo “eso jamás pasará en mi hogar” sin embargo un día llegó la escasez económica de manera repentina, con dos pequeños niños y permitimos que se instalara no sólo en nuestro hogar sino en nuestro matrimonio.
De repente la falta de dinero comenzó a alejarnos uno del otro y la preocupación por qué comeríamos, qué vestiríamos y qué daríamos de beber a nuestros hijos pasó a ser la prioridad en nuestro hogar, se dejaron de escuchar risas alegres y comenzaron las quejas y los llantos porque nos centrábamos en lo que nos hacía falta.
Cuando eso sucede tomamos una de dos acciones:
- Buscamos a Dios con fervor hasta ver su respaldo
- Nos olvidamos de Él y lo hacemos en nuestras fuerzas
Nosotros hicimos la segunda… pasaron meses, años en los que no veíamos un cambio radical en nuestras finanzas porque no habíamos entendido que nuestra fuente de provisión es Dios, y que es Él quien tiene el control de todo, confiábamos más en nuestra capacidad de trabajar o de como ganamos el dinero que de quién viene todo ello.
Hoy oremos por las finanzas de nuestro esposo, que aprenda a no malgastarlo, a bendecir la fuente de provisión, a que no dependa de lo que gana sino de Dios, que busque primeramente su reino y que nos de sabiduría a nosotras como mujeres para administrar bien lo que ellos nos dan, oremos para que sea Dios quien bendiga su trabajo, el lugar dónde Dios envía la provisión.
ORACIÓN DÍA 23
Padre en el nombre de Jesús, hoy levanto mi oración a ti por las finanzas de mi esposo, dándote las gracias por el cuidado que has tenido de nosotros, gracias querido Dios porque nos has mostrado que lejos de ti nada podemos hacer, aún en esa área, tu amor y misericordia se extienden a mi hogar al darnos el sustento diario a través del empleo de mi esposo, y aun cuando no lo hay, siempre estás tú para sustentarnos, gracias por eso.
Permíteme Señor, ser buena administradora de las finanzas que mi esposo me confía de manera que siempre esté llena nuestra despensa y cubiertas todas las necesidades de nuestros hijos.
Oro para que el entienda el principio de buscar primero tu reino, para que nunca nos falte lo que necesitamos y Padre, dale a mi esposo la sabiduría para no malgastarlo y dame sabiduría a mí para ser buena administradora de lo que tú nos has dado; hoy bendigo la fuente de provisión porque sé que tú ahí derramas tu bendición, mil gracias amado Dios en nombre de Cristo Jesús, amén.
En Su Gracia
KARLA