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Familias Bendecidas

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Desde que recuerdo, en la escuela me enseñaron que “la familia es la base de toda sociedad” y sin duda lo es. En las grandes empresas se preocupan por la estabilidad familiar de los empleados, de los directivos, porque saben que una persona con estabilidad familiar, tiene estabilidad emocional y por consiguiente es más productivo y eficaz en lo que haga.


Si la familia presidencial es estable, será de mayor bendición al pueblo y buscará beneficiarlo. Y así podemos seguir con los ejemplos, por eso no es de extrañarse que el enemigo de nuestra alma busque destruir la familia.


Es probable que hayamos crecido en una familia destruida total o parcialmente y que ello, haya dejado huellas en nosotras. Si hoy te preguntara ¿Fuiste amada por tus padres cuando niña?¿Qué responderías?


Si tu respuesta es si, alabado sea Jehová por tan bella infancia. Si tu respuesta es no, ¿por qué crees que no te amaban? ¿Qué fue lo que hicieron o no hicieron tus padres para que llegaran a esa conclusión?


Lo que vivimos de niñas deja huellas aún en nuestra adultez, más si fueron negativas pero, Dios es bueno y Él nos cambia esa percepción del amor porque Él es amor. Todo lo que pudimos aprender de nuestros padres que nos impida demostrar amor a nuestros hijos, ahora con Él lo podemos cambiar.



¿Cómo es el modelo de familia de acuerdo a la Biblia?



El Salmos 127 nos muestra como es un hogar con Dios ¿a quiénes de nosotras nos gustaría poder decir confiadamente “Dios está en mi hogar”? A todas seguramente.



Si Jehová no edificare la casa,
    En vano trabajan los que la edifican;
    Si Jehová no guardare la ciudad,
    En vano vela la guardia.

Salmos 127:1



Un hogar sin Dios es difícil de levantarlo. ¿Dónde está cimentado nuestro hogar? ¿Cuáles son las bases que tenemos? ¿Hacemos parte a Dios de nuestro hogar? ¿De nuestra familia?


Si el mantener en pie una familia sin contar con la ayuda de Dios fuera sencillo y confiable, el índice de divorcios, de infidelidades y matrimonios fallidos sería mucho menor al actual.


Podemos hacer y deshacer, acudir a terapeutas matrimoniales, seguir consejos de Discovery Home and Health para una vida marital placentera;  si Dios no está en nuestro hogar será muy difícil edificar un hogar estable y fortalecido.



Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.
Salmo 127:2



Si leemos el Antiguo Testamento veremos que antes de construir una gran ciudad, construían las murallas para estar seguros. Esa seguridad no era del todo confiable, la verdadera protección es Jehová. Salmos 18:1-2 dice: “Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Jehová, roca mía y castillo mío, y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.”


Si nosotras junto a nuestro esposo, construimos un hogar fortificado con cosas del mundo, es una seguridad vana. Podemos tener guardias, cercas, la mejor infraestructura de vigilancia y aún así vivir con miedo e inseguras, porque nuestra fortaleza, nuestro protector es Jehová de los ejércitos.


Construyamos nuestro hogar confiando en el Señor (Salmo 27:1) dejemos de confiar en el hombre y en lo que nos cubre externamente.


Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar,
Y que comáis pan de dolores;
Pues que a su amado dará Dios el sueño.

Salmo 127:3


Cuando crece la familia, crecen los gastos y responsabilidades ¿cierto? de pronto nos damos cuenta que hacen falta algunos pesos extra para solventar lo necesario y podemos cambiar nuestras prioridades sin darnos cuenta. De manera muy sutil dejamos de confiar y buscar a Dios por esforzarnos en conseguir más dinero para cubrir las necesidades que ahora existen y poco a poco nuestra relación con Dios, es cada vez más lejana.






Cuando crezca la familia, cuidemos de No olvidarnos de Dios, que nada sea más importante en nuestra vida como nuestra relación con Dios.


Cuando tenemos hijos todo cambia, horarios, amistades, rutinas, alimentación, todo.


He aquí, herencia de Jehová son los hijos;
Cosa de estima el fruto del vientre.

Salmo 127:3


La palabra Herencia, en el original hebreo es la palabra nachalah y significa: Posesión, propiedad. Así que si lo leemos con esa traducción se lee así: “He aquí que propiedad de Jehová son los hijos”


Nuestros hijos no nos pertenecen, son de Dios. Debemos estar consientes que un día se irán a formar su propia familia y al final de nuestros días, estaremos solas con nuestro esposo en el hogar.


Tú y yo somos  “administradoras” de todo lo que Dios nos ha dado, y entre ellos están nuestros hijos. ¿De qué manera estamos criando y cuidando los hijos de Dios? Hace días me preguntaba: ¿Cómo reaccionaría si dejara a mis hijos encargados con alguien más y los tratara como los trato yo?  ¿Estaría tranquila, angustiada, feliz, agradecida? ¿Cómo? ¿Y tú?


“Cosa de estima el fruto del vientre” son una bendición nuestros hijos, es una recompensa que Dios nos ha concedido en su gran misericordia. ¿Cómo cultivamos ese fruto? ¿Qué cuidado le damos? El criar e instruir a un niño es un privilegio y una gran responsabilidad delante de Dios. (Deuteronomio 6:9) por eso es que nos compara con valientes guerreros que dan dirección a las flechas.


Nuestra labor es formar y dar dirección a la flecha, conociendo de qué manera debemos colocarla en el arco, cómo debe ser la presión y la fuerza ejercida para lanzar dicha flecha y que dé en el blanco fijado por Dios.


Nuestros hijos serán lanzados al mundo, si nosotros los preparamos para encontrar su propósito y voluntad de Dios para su vida, cuando enfrenten al mundo a solas, será más difícil que las pasiones que se encuentran en él los atraigan y cautiven.







Que la educación que les demos a ellos, sea más fuerte que la gloria que el mundo les ofrece. Pidamos sabiduría y discernimiento para reconocer cuándo es que cada uno de nuestros hijos deberá ser lanzado a su destino.



El secreto de un hogar feliz es la presencia de Dios.


Bienaventurado todo aquel que teme a Jehová,
    Que anda en sus caminos.
Cuando comieres el trabajo de tus manos,
Bienaventurado serás, y te irá bien.
Tu mujer será como vid que lleva fruto a los lados de tu casa;
Tus hijos como plantas de olivo alrededor de tu mesa.

Salmos 128:1-3


Cuando Dios es el centro de nuestro hogar y es nuestra prioridad, todos somos bendecidos. Como esposas somos felices, florecemos, somos fortalecidas y plenas. Nuestros hijos crecerán al lado nuestro, alimentándose y nutriéndose de lo que les demos y así crecerán como árboles plantados junto a las corrientes de los ríos. (Salmo 1:3)


Somos responsables de la formación de nuestros hijos, temamos a Jehová, amémoslo con todo nuestro corazón, porque escrito está que: “He aquí que así será bendecido el hombre que teme a Jehová.” (Salmos 128:4) para que nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en nuestro hogar.


Bendice Padre nuestro hogar, tú eres la roca y fundamento de él, gracias amado Dios.



En Su Gracia


Karla




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12 formas de llegar al corazón de un hijo Rebelde

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Muchas de nosotras podemos encontrarnos en el momento justo cuando nuestros hijos han decidido salirse "del redil"¿Qué podemos hacer? Te comparto una carta que escribió Abraham Piper, en ella narra desde su experiencia, como llegar al corazón de nuestros hijos cuando estos se encuentran en rebeldía.
 ¡Será de bendición, no dejes de leerla!





Mi hijo Abraham, quien habla desde la sabiduría de la experiencia y las Escrituras, ha escrito el siguiente artículo: Yo lo leí con lágrimas y risas. Es tan convincente que le pregunté inmediatamente si yo podía compartirlo con la iglesia y la amplia comunidad cristiana. No hay alegría mayor que ver a tus hijos caminando en la verdad—y expresarla tan bien. Lo que sigue es el texto de Abraham intacto. -John Piper


Muchos padres tienen el corazón destrozado y se sienten completamente frustrados por su hijo/hija no creyente. Ellos no tienen idea de las causas por las cuales el hijo que criaron bien toma esas decisiones tan atroces y destructivas. Yo nunca he sido uno de esos padres, pero he sido uno de esos hijos. Habiendo reflexionado sobre esa experiencia, ofrezco estas sugerencias para ayudarlo a llegar a su hijo descarriado.


Al principio fingia que mi razonamiento era noble y filosófico. Pero en realidad yo sólo quería beber litros de sangría barata y dormir con todo el mundo. Cuatro años pasaron de esto y me encontraba encadenado y sentía  estupefacto al ver cuan bajo había caido. Sobre todo cuando estaba sobrio o solo.


Mis padres, que son firmes creyentes y quienes criaron a sus hijos, así como ningún otros padres que he visto, se encontraron destrozados y frustrados.  Estoy seguro de que se preguntaban por qué el niño que trataron de levantar correctamente era un ridículo metedura de pata ahora. Pero Dios estaba en control.


Un martes por la mañana, antes de las 8:00, me fui a la biblioteca a revisar mi e-mail. Yo tenía un mensaje de una chica que había conocido unas semanas antes, y su e-mail mencionaba un versículo de Romanos. Bajé al Círculo K y compré una lata de 40-oz de Miller High Life por $ 1,29. Luego volví a donde yo estaba, enrollé unos cuantos cigarrillos, destapé mi bebida, y empecé a leer Romanos. Quería leer el versículo del e-mail, pero no podía recordar cual era, así que empecé al principio del libro. Cuando llegué al capítulo 10, la cerveza se había acabado, era necesario vaciar el cenicero y yo era cristiano.


La mejor manera que conozco para describir lo que me pasó esa mañana, es que Dios hizo posible para mí que yo amara a Jesús. Cuando Él lo hace posible y al mismo tiempo te da una idea de la verdadera maravilla de Jesús, es imposible resistirse a su llamado.


Mirando hacia atrás en mis años de rechazar a Cristo, ofrezco estas sugerencias para ayudarle a llegar a su hijo rebelde, para que ellos, también despierten al poder asombroso de Cristo para salvar  incluso al peor de nosotros.


1. Guíelos hacia Cristo.
El problema real de sus hijos rebeldes no son drogas, sexo, cigarrillos, pornografía, pereza, delitos, groserías, dejadez, homosexualidad o pertenecer a una banda de rock punk. El problema real es que ellos no ven a Jesús claramente. Lo mejor que usted puede hacer por ellos—y la única razón para considerar cualquiera de las siguientes sugerencias—es mostrarles a Cristo. Este no es un proceso sencillo ni inmediato, pero los pecados en las vidas de ellos que lo mortifican a usted y los destruyen a ellos solamente empezarán a desvanecerse cuando vean a Jesús como realmente es.




2. Orar.
Solamente Dios puede salvar a su hijo o hija, por lo tanto continúe pidiendo que Él se presente ante ellos en una forma que ellos no puedan resistirse a adorarlo.



3. Acepte que algo anda mal.
Si su hija rechaza a Jesús, no aparente que todo está bien.
Para cada hijo falto de fe, los detalles serán diferentes. Cada uno necesitará que sus padres lleguen a ellos de formas únicas. De todos modos, lo que nunca es aceptable es que no lleguemos para nada a ellos. Si su hijo es incrédulo, no lo ignore. Las vacaciones podría ser más fáciles, pero la eternidad no lo será.



4. No espere que ellos sean como Cristo.
Si su hijo no es cristiano, no actuará como tal.
Usted sabe que él ha abandonado la fe, por ende no espere que él viva bajo las normas con las que usted lo crió. Por ejemplo, usted podría estar tentado a decir: “Yo sé que estás luchando con la fe en Jesús ¿pero podrías al menos admitir que desperdiciar un día es pecado?”

Si él está luchando por creer en Jesús, entonces tiene muy poco sentido admitir que la ebriedad es mala. Usted desea protegerlo, sí. Pero el problema más grave es la incredulidad de él—no ir a fiestas. Sin importar cómo se manifieste la incredulidad de su hijo en su comportamiento, usted siempre debe asegurarse de enfocarse más en la enfermedad del corazón que en sus síntomas.



5. Déles la bienvenida a casa.
Dado que la preocupación más importante no son las acciones de su hijo sino su corazón, no imponga demasiados requisitos para que regrese a casa. Si él tiene una mínima idea de estar con usted, es Dios que le está dando una oportunidad de guiarlo nuevamente hacia el amor de Jesús. Obviamente, existen momentos en los cuales los padres deben dar ultimátum: “No regreses a esta casa si...” Pero estos serán muy raros. No disminuya la posibilidad de una oportunidad de estar con su hijo debido a demasiadas reglas.

Si su hija huele a hierbas malas o como un cenicero, rocíe su chaqueta con un desodorante y cambie las sábanas cuando ella salga, pero déjela volver a casa. Si descubre que su hija está embarazada, cómprele ácido fólico, llévela a realizarse el ultrasonido a las 20 semanas, protéjala de Planned Parenthood (maternidad responsable) y por todos los medios déjela que regrese a casa. Si su hijo está quebrado porque derrochó todo el dinero que usted le prestó en mujeres libertinas y alcohol caro, perdónele su deuda así como usted ha sido perdonado, no le dé más dinero, y déjelo regresar a casa. Si él ha estado fuera durante una semana y media porque estaba en la casa de su enamorada, o enamorado, ruéguele que no siga alejado y permítale regresar a casa.



6. Implorar es mejor que regañar.
Sea amable en su decepción.
Lo que realmente le preocupa a usted es que su hija se está destruyendo a sí misma y no que está violando las normas. Trate a su hija de una forma que le aclare este concepto. Probablemente ella sea consciente—especialmente si fue criada como cristiana—de que su comportamiento es incorrecto. Y ella definitivamente sabe que usted piensa que lo es. Por lo tanto no necesita que le resalten esto. Ella necesita ver cómo usted va a reaccionar ante su mal comportamiento. Su tolerancia gentil y su esperanza apesadumbrada le mostrarán que usted realmente confía en Jesús.
La propia conciencia de ella la puede condenar. Los padres deberían actuar firme y amablemente, viviendo siempre en la esperanza de que su hijo regrese.



7. Conéctelos a los creyentes que tienen mejor acceso a ellos.
Hay dos clases de accesos que tal vez usted no tenga con su hijo: geográfico y relacional. Si su hijo descarriado vive lejos, trate de encontrar a un creyente confiable en su área y pídale que contacte a su hijo. Él puede pensar que esto es entrometido, estúpido u ofensivo, pero vale la pena —especialmente si el creyente que ha encontrado puede relacionarse emocionalmente con su hijo de una forma que usted no puede.
La distancia relacional también será un efecto secundario del abandono de la fe por parte de su hijo, por lo tanto su relación será tenue y debe ser protegida en la medida de lo posible. Pero la reprimenda fuerte aún es necesaria.

Aquí es donde puede ser muy útil otro creyente que tenga acceso emocional a su hijo Si hay algún creyente en el que su hijo confía y de cuya compañía tal vez disfruta, entonces ese creyente tiene una plataforma para decirle a su hijo—de una forma en la que él realmente le preste atención —que se está portando como un idiota. Esto puede sonar duro, pero es una noticia de última hora que nosotros necesitamos de vez en cuando, y las personas en quienes confiamos por lo general son las únicas que pueden darnos una reprimenda dolorosa, por lo que es un regalo para nosotros.

A muchos chicos rebeldes les gustaría oír que se están comportando como idiotas—y es raro que esto pueda ser amablemente señalado por los padres—por ende trate de que haya otros cristianos en la vida de sus hijos.



8. Respete a sus amigos.
Honre a su hijo rebelde de la misma forma que honraría a cualquier incrédulo. Ellos pueden ir con multitudes con las que usted nunca consideraría hablar o incluso mirar, pero ellos son los amigos de su hijo. Respete eso—incluso si la relación está fundamentada en el pecado. Ellos efectivamente son malos para su hijo. Pero él es malo para ellos también. Nada se solucionará haciendo perfectamente evidente que a usted no le gustan las personas que él frecuenta.

Cuando su hijo aparezca en una fiesta familiar con otra novia—una que usted nunca había visto antes y que probablemente no volverá a ver—sea hospitalario. Ella también es una chica rebelde y necesita a Jesús.



9. Escríbales correos electrónicos.
¡Agradezca a Dios por la tecnología que le permite estar en las vidas de sus hijos con tanta facilidad!
Cuando lea algo en la Biblia que lo motiva y lo ayuda a amar a Jesús más intensamente, escriba esto en dos líneas y envíelas a su hijo. La mejor exhortación para ellos son los ejemplos positivos de la alegría de Cristo en su propia vida.

No se fuerce cuando esté escribiendo estas líneas como si cada una tuviera que ser singularmente poderosa. Simplemente déjelas salir una tras otra, y permita que el efecto acumulativo de su satisfacción de Dios se almacene en la bandeja de entrada de su hijo. La palabra de Dios nunca se proclama en van



10. Invítelos a comer.
Si es posible, no permita que su única interacción con su hijo sea electrónica. Si puede hacerlo, reúnase con él en persona. Usted puede pensar que esto es genera mucha tensión y es incómodo, pero créame que es mucho peor estar en los zapatos de su hijo—él está experimentando la misma incomodidad, pero combinada con la culpa. Por lo tanto, si él está de acuerdo en reunirse a comer con usted, agradezca a Dios y use esta oportunidad.

Puede parecer casi hipócrita hablar sobre su vida diaria, puesto que lo más importante para usted es su vida eterna, pero inténtelo de todas formas. Su hijo necesita saber que usted se preocupa por él en su totalidad. Luego, antes de terminar la comida, ore para que el Señor le dé el coraje para preguntarle por su alma. Usted no sabe como él le responderá. ¿Moverá sus ojos como si usted fuera un idiota? ¿Se enojará y se irá? ¿O Dios habrá trabajado en él desde la última vez que hablaron? Usted no lo podrá saber mientras no lo intente.

(Aquí tenemos una nota para los padres de hijos más jóvenes: Establezca ocasiones regulares para salir a cenar con sus hijos. No solamente será valioso por sí mismo sino también, si eventualmente entraran en una etapa de rebeldía, la tradición de reunirse con ellos ya estará instaurada y no parecerá extraño pedirles que salgan a comer juntos. Si un hijo ha estado saliendo a comer con su padre los sábados desde que era pequeño, será más difícil para él rechazar más adelante la invitación del padre, incluso si es un maleducado de 19 años de edad.)



11. Demuestre interés en sus asuntos.
Es probable que su hija esté rechazando a Cristo a propósito, entonces la forma en que ella pasa su tiempo probablemente lo decepcionará. No obstante, encuentre el valor de sus intereses, si es posible, y motívela. Usted solía ir a la escuela a las representaciones escolares y a verla jugar al football cuando ella tenía 10 años; ¿que puede hacer usted ahora que ella tiene 20 años de edad para demostrarle que todavía le importan sus intereses?

Jesús pasó momentos con recolectores de impuestos y prostitutas y él no tenía ninguna relación con ellos. Imite a Cristo siendo esa clase de padre que se pone unos tapones en los oídos y va al club nocturno de la ciudad donde se realiza la presentación del CD de su hija. Motívela y nunca deje de orar para que ella empiece a usar sus dones por la gloria de Jesús en vez de la propia.



12. Guíelos hacia Cristo.
Esto no puede ser enfatizado en exceso. Este es todo el asunto. Ninguna estrategia por llegar a su hijo/hija durará mucho si el objetivo primordial no es ayudarles a conocer a Jesús.

No es que ellos vayan a ser buenos niños nuevamente; no es que se vayan a cortar el cabello y comiencen a ducharse; no es que les gustará la música clásica en vez del deathcore; no es que usted pueda dejar de sentir vergüenza en su estudio semanal de la Biblia; no es que se vayan a volver conservadores nuevamente en la siguiente elección; ni siquiera es que usted pueda dormir tranquilo sabiendo que ellos no van a ir al infierno.

La única razón definitiva para que ore por ellos, les dé la bienvenida, implore con ellos, les escriba, coma con ellos o se interese en sus asuntos es que sus ojos se abrirán a Cristo.
Y no solamente él es el único punto—él es la única esperanza. Cuando ellos vean las maravillas de Jesús, redefinirán la satisfacción. Él reemplazará la vanidad patética del dinero o la alabanza del hombre o la altura o el orgasmo con que están arriesgando sus eternidades en estos momentos. Solamente su gracia puede sacarlos de sus peligrosas acciones y unirlos a él con seguridad, cautivos pero satisfechos.
Él hará esto por muchos. Tenga fe y no se rinda.


- Abraham Piper




Del artículo LET THEM COME HOME en BillyGraham.org 





En Su Gracia

Karla




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Agar y el Dios que la ve

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Cada madre es única y especial. Dios nos ha dado la oportunidad de ser mamás ya sea de corazón, sustituta o de sangre, pero madres de individuos que, si sabemos instruirlos en el camino correcto, ellos llegarán a amar a Dios por sobre todas las cosas.


Ser mamá conforme al corazón de Dios, es un asunto del corazón, podemos tratar de hacer las cosas con conocimiento humano o de conciencia, pero no veremos el fruto que esperamos (ni en nosotras, ni en nuestros hijos) si no cambiamos primeramente nuestro comportamiento.


¿Cómo lo cambiamos? Cambiando nuestras creencias. Si reconocemos quien es Dios, quien es Cristo y lo que ellos dicen que somos, nuestro comportamiento cambiará con el verdadero conocimiento de Dios y de quienes somos como hijas suyas. Él nos dio vida juntamente con Cristo. (Efesios 2:4-5)


Hoy conoceremos un poco más de la vida de una mujer que se vio en la necesidad de cambiar su comportamiento, fue derivado de saber quién es Dios y lo que ella era a sus ojos.


AGAR, LA SIERVA EGIPCIA



¿Quién fue Agar?
Agar fue una sierva egipcia de Sarai, la esposa de Abram. Abram había recibido la promesa de parte de Dios para engendrar un hijo y tener una descendencia innumerable. (Génesis 15:5-6)



Pasados 10 años de ese encuentro, Dios aún no había hecho concebir a Sara. Ella al ver que dicha promesa no se cumplía, en un acto de desesperación o decepción, o de tal vez pensar que esa promesa sólo era para su esposo Abram, busca “ayudar” a Dios y dijo a su esposo:



Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.

Génesis 16:2



Abram hace caso a su mujer y se une con Agar, con quien engendra un hijo. ¿Qué habrá pasado por la mente de Agar? Ella pudo ser, una de las posesiones que el faraón dio a Abram cuando lo despidió de su reino (Génesis 12:15-16)



Agar, al darse cuente de que había concebido, comenzó a mirar con desprecio a Sara (Génesis 16:4) y comenzó una rivalidad entre ambas. Tal vez Agar se sintió con un cierto grado de superioridad, inapropiada claramente. Ella había logrado concebir un hijo para Abram y Sarai no.



Sarai se enoja y le reclama a Abram quien le dice: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.” (Génesis 16:6) y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.



¿Qué tanto sería la aflicción que recibía de parte de Sarai, que prefirió huir estando embarazada? Abram deja todo en manos de Sarai, su esposa, desechando a Agar y a su hijo también. Agar huye de las aflicciones de Sarai y el ángel de Jehová la encuentra junto a un manantial y le dijo:



“Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas?” (Génesis 16:8ª)



¿Estaba teniendo una conversación con el ángel del Señor? Ella era egipcia.


·        Dios la llama por nombre.
·        La entrevista
·        Él se interesa por ella.
·        Le da la oportunidad de hablar.
·        Le muestra su cuidado.



Siendo esclava y ahora desechada junto a su hijo quien es rechazado por su padre, Dios sale a su encuentro.



Cuando todo parece desolador y sin futuro o sentido, 
Dios nos hace saber que Él está aquí, a nuestro lado, con nosotras.
 


Y ella respondió: Huyo de delante de Sarai mi señora. Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano.” (Génesis 16:8b-9)



¡Ah qué difícil recomendación sería para cualquiera que pasara eso hoy en día! Dios manda a Agar que regrese a lo difícil que era su vida y que se sometiera a Sarai, su señora. ¿Qué habrías hecho tú en este tiempo? En mi opinión creo que Agar no sabía hacia dónde iba pues, cuando Dios le preguntó, ella sólo mencionó de donde venía.



Salió en un arranque emocional sin pensar hacía donde y qué haría con un bebé en camino. Solos y desechados. El día de hoy, si viviéramos esa situación, probablemente nos aconsejarían vengarnos, exigir pensión y pelear por el marido en los tribunales, sin buscar la paz y en casos más severos nos aconsejarían abortar al bebé.



No tenía un panorama alentador nuestra querida Agar, pero Dios tenía planes grandiosos para su hijo. ¿te has sentido así? Sin rumbo fijo, con más responsabilidades y menos oportunidades de salir adelante.



Y Dios le promete a Agar:


“Multiplicaré tanto tu descendencia, que no podrá ser contada a causa de la multitud.” (Génesis 16:10)

Dios dándole una promesa de multiplicación a una mujer. La forma en la que Dios trató a Agar, nos da esperanza. Dios ve y conoce nuestro dolor y desea tocar nuestra vida cuando sufrimos.




Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael,[a] porque Jehová ha oído tu aflicción.

Génesis 16:11



¿No es hermoso? El Señor escuchó la aflicción de Agar y le estaba dando una noticia que nadie más sabía, su hijo era varón y Dios estaba nombrándolo, le dio nombre antes de nacer, Ismael es el primer hombre en la Biblia que recibió su nombre antes de nacer.



Además, le dio a detalle el carácter y cómo terminaría triunfando en su familia. ¿Qué tal si Dios nos dijera esos detalles de nuestros hijos? Preguntémosle a Él. Agar, sabiendo el futuro de su hijo decide volver, seguramente como madre evaluó qué es lo que era mejor para él. Sabiendo que Dios estuvo con ella en el desierto, seguramente estaría con ella en el alumbramiento y estaría con ese hijo a quien Dios también había prometido hacer una gran nación.



Agar supo que con quien hablaba era Dios, ella dijo:


Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? Por lo cual llamó al pozo: Pozo del Viviente-que-me-ve. He aquí está entre Cades y Bered.

Génesis 16:13-14

Al parecer, Agar volvió sumisa a Sarai, tal vez les habló acerca de lo que Dios le dijo y que fue Él quien le pidió que regresara al hogar donde nacería su hijo Ismael porque dice: “Y Agar dio a luz un hijo a Abram, y llamó Abram el nombre del hijo que le dio Agar, Ismael.Era Abram de edad de ochenta y seis años, cuando Agar dio a luz a Ismael.” (Génesis 16:15-16)

Es como si Dios tuviera un trato especial por los hijos que han sido rechazados de alguna manera, Dios muestra su amor y cuidado a cada uno de sus hijos y se cumple la Palabra que dice: Aunque mi padre y mi madre me dejaran, con todo, Jehová me recogerá.” (Salmos 27:10)

¿Qué harías tú si Dios te diera detalles de la vida de tus hijos? Viviríamos confiadas ¿cierto? Porque ya sabríamos cómo actuar, qué esperar, qué hacer, qué no hacer y estar convencidas que los planes de Dios son de bien y no de mal para darles un futuro lleno de esperanza.

La buena noticia acerca de esto es “Su Palabra” no podemos esperarnos a que nuestros hijos crezcan y manifiesten su carácter, etc. Nuestro Dios nos ha dejado su Palabra donde nos habla de cómo instruir a nuestros hijos para que sean unos hijos conforme al corazón de Dios.

Busquemos, atesoremos y hagamos por obra su palabra.

Agar, una mujer:

·        Valiente.
·        Obediente.
·        Busca salir adelante sola antes que rebelarse contra Sarai.
·        Sensible a la voz de Dios.
·        Su carácter fue moldeado, de soberbia a humilde y sumisa con Sarai y Abram.


En Su Gracia

KARLA




Con alas para volar

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Y comienzan las clases… ¡por fin! Exclamamos muchas mujeres, pues aunque las vacaciones son un tiempo de bendición porque tenemos a nuestros hijos con nosotras durante todo el día, también puede convertirse en rutinario para ellos y para nosotras y entonces ya no son tan gratas las horas.


Recuerdo cuando niña, las primeras dos semanas eran increíbles porque pasaba todo el tiempo jugando, comiendo y viendo televisión, después de ese tiempo ya no era tan divertido y anhelaba regresar a clases para ver a mis amigos, y creo que eso mismo les sucede a mis hijos.


¿Recuerdas esa sensación al dejar a tu hijo en el kínder? Yo si, y bueno a decir verdad dejé a mis hijos desde casi bebés en la guardería y fue un sentimiento encontrado.


Nadie nos enseña a ser madres, nadie nos dice que es lo que sentiremos cuando nuestro bebé llore por primera vez al nacer, ni nos enseñan a consolarlo mientras espera que lo alimentemos, nadie nos muestra como abrazarlos cuando aún son tan pequeñitos, ni la temperatura correcta al sacarlo de la bañera, nadie nos dice cómo es que nos daremos cuenta de que nos necesita, ni de los momentos en los que ellos sin más ni más estarán lejos de nosotros aunque estén en la misma habitación.


Todo es para un tiempo…


Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, 
y tiempo de arrancar lo plantado; tiempo de matar, y tiempo de curar;
 tiempo de destruir, y tiempo de edificar; tiempo de llorar, y tiempo de reír; 
tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar,
y tiempo de abstenerse de abrazar; tiempo de buscar, y tiempo de perder; 
tiempo de guardar, y tiempo de desechar; tiempo de romper,
 y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar; 
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer;
tiempo de guerra, y tiempo de paz.


Eclesiastés 3:1-8


Hoy me doy cuenta de que a pesar de que nuestros hijos pudieran tener 25 años, la primera vez que se van de casa es similar a ese sentimiento de dejarlo en el kínder; pero todo tiene un propósito.


Te decía al principio que nadie nos enseña a desprendernos de nuestros hijos, por lo menos nadie en la tierra, pero en la Palabra de Dios vemos mujeres que tuvieron que dejar a sus pequeños en manos de otras personas y Dios les cuidó y les guardó.



Moisés.

Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos 
y la calafateó con asfalto y brea, y colocó en ella al niño 
y lo puso en un carrizal a la orilla del río.
Y una hermana suya se puso a lo lejos, para ver lo que le acontecería.


Éxodo 2:3-4


Samuel.

Pero Ana no subió, sino dijo a su marido:
Yo no subiré hasta que el niño sea destetado,
 para que lo lleve y sea presentado delante de Jehová,
y se quede allá para siempre.

1Samuel 1:22


David.

Entonces uno de los criados respondió diciendo: He aquí
yo he visto a un hijo de Isaí de Belén, que sabe tocar, y es valiente y vigoroso
 y hombre de guerra, prudente en sus palabras, y hermoso,
 y Jehová está con él. Y Saúl envió mensajeros a Isaí, diciendo:
Envíame a David tu hijo, el que está con las ovejas.


                                            1 Samuel 16:18-19        




Ester.

Sucedió, pues, que cuando se divulgó el mandamiento y decreto del rey,
y habían reunido a muchas doncellas en Susa residencia real,
a cargo de Hegai, Ester también fue llevada a la casa del rey,
al cuidado de Hegai guarda de las mujeres.

Ester 2:8


Jesús.

Estaban junto a la cruz de Jesús su madre, y la hermana de su madre,
María mujer de Cleofas, y María Magdalena.
 Cuando vio Jesús a su madre, y al discípulo a quien él amaba,
que estaba presente, dijo a su madre: Mujer, he ahí tu hijo.
 Después dijo al discípulo: He ahí tu madre.
Y desde aquella hora el discípulo la recibió en su casa.


Juan 19:25-27


¿Lo puedes ver? cada uno de ellos tuvieron un tiempo de preparación en su hogar, al lado de su madre; algunos fueron meses al cuidado de ellas y otros fueron años, pero todas con algo en común… dejarlos en el tiempo correcto...


Si alguna de ellas hubiera retenido más tiempo a su hijo, tal vez nunca hubieran cumplido aquello que les fue encomendado a hacer. Se que duele el dejar a nuestros hijos, se que pensamos que ese tiempo es para mucho después, sin embargo la vida continúa y todo aquello que sembramos en su corazón permanecerá para siempre.


Podrán alejarse físicamente de ti, cambiar de casa, de ciudad, de país o hasta de continente pero siempre serán tus hijos, y si te fijas bien nunca dejamos de estar a su lado, se llevan gestos, actitudes, costumbres y recuerdos que sólo tuvieron con nosotras.


Dios ha sido bueno al dejarte permanecer el tiempo suficiente para impulsarlo y enseñarle a volar, le has dado las herramientas necesarias y precisas para usarlas en el resto de su vida, haz una retrospectiva y te darás cuenta que esas horas que pasabas enseñándole a caminar hoy han dado fruto pues tiene la suficiente fuerza para caminar por si sola en un mundo donde nada podrá hacerla caer, siéntete feliz porque esos momentos en los que pasaba a tu lado viendo televisión fueron donde probablemente escuchabas sus primeros secretos de adolescente y que sólo compartía contigo, su amiga, su confidente… agradece a Dios por aquellos tiempos en los que te pintaba los ojos mientras estaba en la mesa del comedor pues ahí no solo confirmabas su identidad sino que creabas un vínculo que sólo ella y tú conoces y entiende; esos tiempos en los que sacabas las uñas para rescatarlo de las burlas de sus compañeros hoy han dado fruto, pues él es auto suficiente y aprendió a defenderse gracias a la confianza que sembraste en él.


Felicidades mujer… hoy comienza una nueva etapa en la vida de tus hijos, hoy comenzarás a recibir el fruto del trabajo de tus manos, esas horas de desvelo al cuidarlos, esos momentos irrepetibles en la vida de cada uno guárdalos en tu corazón y alaba a Dios por la bendición de dejarte ser la mamá de tan maravilloso ser humano.


No te sientas triste, es un momento que recordarás toda tu vida y que en años posteriores, cuando llegue el momento de volar hacia otro horizonte tu fruto estará dando sus propios frutos gracias a lo que hiciste por él.


Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo
    alrededor de tu mesa.
 Esa es la bendición del Señor
    para los que le temen.

Salmo 128:3-4



Dios bendiga y guarde a cada uno de tus retoños y a ti también y te de paz en esta nueva etapa.





Y que la paz que viene de Cristo gobierne en sus corazones.
Pues, como miembros de un mismo cuerpo,
ustedes son llamados a vivir en paz.
Y sean siempre agradecidos.

Colosenses 3:15 ntv






Dios te bendiga mujer



En Su Gracia



Karla





31 formas de orar por nuestros hijos

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Esta semana regresaron nuestros hijos a clases. No podemos estar con ellos durante esas horas, pero el Espíritu de Dios si. Es tiempo perfecto para orar por ellos, entregarlos a Dios, en sus manos y bajo la sombra de sus alas estarán seguros.


Se que muchas de nosotras tenemos un sentimiento raro, sobre todo cuando es el primer año en el que se van al colegio. Confiemos en Dios, en su cuidado, en que nunca duerme el que los cuida y oremos por ellos.


Tengo una lista de 31 formas para orar por ellos que publicaron en Aviva nuestros corazones y me ha servido mucho. Te la comparto y a orar por nuestras generaciones.



1. Salvación: “Señor, permite que la salvación nazca dentro de mis hijos, que ellos puedan obtener la salvación que es en Cristo Jesús, con eterna gloria” (Is 45:8, 2 Tim 2:10)

2. Crecimiento en gracia: “Oro para que ellos puedan crecer en la gracia y en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (2 Pe 3:18)

3. Amor: “Señor, permite que mis hijos aprendan a vivir una ‘vida de amor’ a través del Espíritu Santo que vive en ellos.” (Ef. 5:2, Gal 5:22)

4. Honestidad e integridad: “Que la integridad y la honestidad sean sus virtudes y su protección.” (Sal 25:21)

5. Dominio-propio: “Padre, ayuda a mis hijos a no ser como tantos otros alrededor de ellos, permíteles estar alertas y con dominio propio en todo lo que hagan.” (1 Ts 5:6)

6. Amor por la Palabra de Dios: “Que mis hijos crezcan para encontrar tu Palabra ‘mas preciosa que el oro, que el oro más fino; y más dulce que la miel del panal’. (Sal 19:10)

7. Justicia: “Dios, ayuda a mis hijos a amar la justicia como tú la amas y a actuar justamente en todo lo que hacen.” (Sal 11:7, Miq 6:8)

8. Misericordia: “Que mis hijos sean siempre misericordiosos como Su Padre es misericordioso.” (Lc 6:36)

9. Respeto (por sí mismos, otros, y por la autoridad): “Señor, permite que mis hijos puedan mostrar respeto a todos, como tu Palabra manda.” (1 Pe 2:17a)

10.Auto-estima fuerte y Bíblica: “Ayuda a mis hijos a desarrollar una auto-estima que esté arraigada en la realización de que son ‘hechura de Dios’, creados en Cristo Jesús.” (Ef. 2:10)

11.Fidelidad: “Permite que el amor y la fidelidad nunca se aparten de mis hijos, ata estas virtudes alrededor de sus cuellos y plásmalas en sus corazones.” (Pro 3:3)

12.Valentía: “Permite que mis hijos siempre sean ‘fuertes y valientes’ en su carácter y sus acciones.” (Dt 31:6)

13.Pureza: “Crea en ellos un corazón puro, o Dios; y permite que la pureza de sus corazones sea manifiesta en todos sus acciones.” (Sal 51:10)

14.Bondad: “Señor permite que mis hijos siempre sean amables entre ellos y con los demás.” (1 Ts 5:15)

15.Generosidad: “Permite que mis hijos sean generosos y deseosos de compartir y colocar sus tesoros en el cielo, como un firme fundamento para la era venidera.” (1 Tim 6:18-19)

16.Paz y Procuradores de Paz: “Padre, permite que mis hijos hagan todo esfuerzo para hacer lo que traiga la paz.” (Ro 14:19)

17.Gozo: “Permite que mis hijos estén llenos del gozo del Espíritu Santo.” (1 Ts 1:6)

18.Perseverancia: “Señor, enséñale a mis hijos a perseverar en todo lo que hacen, y ayúdalos especialmente a correr con perseverancia la carrera que tienen por delante.” (Heb 12:1)

19.Humildad: “Señor, por favor, cultiva en mis hijos la habilidad de mostrar verdadera humildad hacia todos.” (Tito 3:2)

20.Compasión: “Señor, por favor viste a mis hijos con la virtud de la compasión.” (Col 3:12)

21.Responsabilidad: “Permite que mis hijos aprendan a ser responsables, porque cada uno debe cargar con sus propias cargas.” (Gal 6:5)

22.Contentamiento: “Señor, enseña a mis hijos el secreto del contentamiento cualquier circunstancia. a través de Aquél que nos ha prometido fortaleza.” (Fil 4:12-13) SoyMujerDeValor.com

23.Fe: “Oro que la fe eche raíz en los corazones de mis hijos, que por la fe puedan ganar lo que se les ha prometido.” (Lc 17:5-6; Heb 11:1-40)

24.Un corazón de siervo: “Señor, por favor, haz que mis hijos puedan cultivar corazones de siervos, que puedan servir de todo corazón, como para el Señor, y no para los hombres.” (Ef. 6:7)

25.Esperanza: “Que el Dios de toda esperanza conceda que mis hijos puedan sobreabundar de esperanza en el poder del Espíritu Santo.” (Ro 15:13)

26.Una disposición y habilidad de esforzarse y trabajar duro: “Enseña a mis hijos, Señor, a valorar el trabajo y a trabajar duro en cada cosa que hagan, como trabajando para el Señor y no para los hombres.” (Col 3:23)

27.Una pasión por Dios: “Señor, por favor mueve a mis hijos a tener almas que te buscan y corazones que se aferran a ti apasionadamente.” (Sal 63:8)

28.Auto-disciplina: “Padre, oro que mis hijos puedan desarrollar disciplina propia, que puedan adquirir una vida disciplinada y prudente, haciendo lo correcto y lo justo.” (Pro 1:3)

29.Una vida de Oración: “Señor, oro que las vidas de mis hijos puedan ser marcadas por la oración, que puedan aprender a orar en el Espíritu en toda ocasión con todo tipo de oración y súplica.” (Ef.6:18)

30.Gratitud: “Señor, ayuda a mis hijos a vivir vidas que siempre sobreabunden con agradecimiento, siempre dando gracias al Padre por todo, en el nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.” (Col 2:7, Ef. 5:20)

31.Un corazón misionero: “Señor, ayuda a mis hijos a desarrollar un corazón para misiones, un deseo de ver tu gloria declarada entre las naciones, tus maravillosas obras entre todos los pueblos.” (Sal 96:3)


AvivaNuestrosCorazones.Com




En Su Gracia



Karla

Sara, la princesa de la fe

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¡Ah! La vida de Sara me gusta mucho leerla, desde el momento que aparece en la Biblia se nota que era una mujer a quien Dios cuidaba. Hablar de la vida de Sara y Abraham es un deleite, el día de hoy sólo me centraré en Sara como mamá, aunque para eso es necesario saber qué fue lo que vivió antes de ser mamá.


Sarai/Sara, esposa de Abraham/Abram era una mujer hermosa en extremo, ellos eran del pueblo de Ur de los Caldos, y cuando aparece Sarai se menciona que: “era estéril, no tenía ningún hijo” (Génesis 11:30)


Debemos tener presente que los antepasados de Abraham NO eran adoradores del Señor, sino de dioses paganos y formaban parte del paganismo de Ur. (Josué 24:2)


Cuando Dios llama a Abram para darle la promesa de que haría de él una gran nación, le estaba dando una promesa de proporciones misioneras, al mismo tiempo que Dios muestra que su propósito desde el principio ha sido llamar y formar un pueblo de todas partes de la tierra para que recibiera su bendición especial. Y por supuesto Sarai era parte de esa promesa.


Al darle esa promesa a Abraham le cambia el nombre a su esposa. (Génesis 17:15)


“Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai,
mas Sara] será su nombre.



Sarai: Mi princesa
Sara: Princesa.


La vida de Sara como la de Abraham estuvieron marcadas por la fe, ellos viniendo de un pueblo idólatra tuvieron que ir desarrollando su fe a través de diversas pruebas y de malas decisiones, lo vimos anteriormente con Agar.


Ahora, cuando Dios le cambia el nombre a Sara, le extiende una promesa a ella:


“Y la bendeciré, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y vendrá a ser madre de naciones; reyes de pueblos vendrán de ella.

Génesis 17:16



Será madre de las naciones, los reyes y los pueblos nacerán de ella…


Abraham duda, muestra que los hombres de fe pueden vacilar. Ruega que sea Ismael la simiente de la promesa, pero Dios insiste en que ha de ser Sara quien lleve en su seno esa simiente y le da al niño que aún no ha nacido el nombre de Isaac. (Génesis 17:19) esto quiere decir que para Dios, la simiente si importa.



Vemos la continua duda de Sara en el capítulo 18 cuando se ríe al oír que ella, que es demasiado anciana desde el punto de vista natural para concebir un hijo, daría a luz a Isaac. (Génesis 18:12)



Se rió, y por ello su hijo Isaac, con su nombre le recordaría para siempre su falta de fe de aquél día. El nombre Isaac, significa risa. En esencia, lo que ella y Abraham tenían que aprender en ese momento es que nada es demasiado difícil para el Señor. (Génesis 18:14)



Y llega el día del nacimiento de Isaac. Dios hizo en Sara lo que había prometido:


Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Dios le había dicho.
Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.

Génesis 21:2-3



Cuando nació, Sara rió de felicidad, ya no de incredulidad.  Pasando el tiempo, Abraham ofrece un banquete de honor a Isaac. (Génesis 21:8)


Y vio Sara que el hijo de Agar la egipcia, el cual ésta le había dado a luz a Abraham, se burlaba de su hijo Isaac. Por tanto, dijo a Abraham: Echa a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de heredar con Isaac mi hijo.

Génesis 21:9-10



Lo que me llama tanto la atención de Sara como mamá es lo siguiente:


·        La certeza de saberse estéril y no vivir amargada. (Génesis 11:30) de vivir en sujeción a su esposo y honrarle en todo tiempo y ser obediente con él.

·        El anhelar tanto un hijo y ver cumplida la promesa del Señor que pide a su esposo insemine a su sierva Agar, aunque no fue una decisión sabia y quiso “ayudar y apresurar a Dios” su anhelo por la maternidad es de esperarse en una mujer que se sabe estéril. Recordemos que ellos comienzan a crecer en la fe y esta prueba la fallaron ambos, la muestra de la humanidad y de ir conociendo al Señor en cada prueba que nos pone y desarrollar nuestra paciencia. (Santiago 1:2-4)

·        Dios cumple en Sara su promesa, no por lo que hubiera hecho bien o por quien era ella, sino por quien es Dios y lo que haría a través de ella y de Abraham.

·        Crece en fe y su risa cambia de incredulidad a felicidad.


Si bien Sara no tuvo los aciertos que podíamos esperar, nos muestra su lado humano, frágil y con errores. El anhelo de ser madre la lleva a entregar a su marido a otra mujer y tener un hijo de una esclava.


¿Cuántas noches habrá llorado por un hijo? ¿Cuánto tiempo pasó para que la promesa fuera cumplida en ella? ¿Cuánto tiempo habrá orado?


¿Cuánto tiempo has esperado tú en ser madre? ¿Cuántas veces has llorado por ese hijo que no llega aún? ¿Has perdido la fe? ¿Qué promesa de parte de Dios tienes como mamá? ¿Y si aún no llega, actúas como Sara sin amargura?
¿Cuánto tiempo esperamos por ese hijo que aún no llega a Cristo? ¿Por ese hijo que aun sabiendo es parte de la promesa para ser su hijo, tarda en llegar? ¿Cuánto hemos llorado y orado porque nuestros hijos no sean esclavos sino libres?



Al final, Sara cuida de su hijo, cuida que no sea humillado ni lastimado por su propio medio hermano. ¿Qué harías tú? a nosotras podrán humillarnos y burlarse, pero cuando lo hacen o intentan hacerlo con nuestros hijos, claro que los defendemos y protegemos.



Sara, una mujer con errores, una madre dichosa, una mujer que al final creyó en Dios, le creyó y cuido al hijo de su promesa.


Sara, una mamá con actitud de victoria.



En Su Gracia

Karla




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Agar y el Dios que la ve





26 consejos para la crianza de nuestros hijos

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Hace un par de años leí este artículo y me pareció muy acertado, es por eso que el día de hoy lo comparto contigo. Llevémoslo a cabo y veremos buenos resultados en nuestros hijos y nosotras mismas.


1.                 Responsabilidad. Tus hijos deben dar cuenta de su comportamiento. Mat. 12:36

2.                 Límites. Deben tener límites específicos y debe haber consecuencias cuando pasen esos límites.

3.                 Constancia. Siempre debes seguir las mismas prácticas y principios. Ro. 2:21-22

4.                 Disciplina. El castigo debe ser de acuerdo con la ofensa. Nunca debes disciplinar cuando estás enojada. Prov. 13:24

5.                 Ejemplo. Los niños necesitan ejemplos más que críticas. Debes ser un buen ejemplo para tus hijos. Juan 13:15

6.                 Perdón. Practica y enseña la importancia del perdón. Mateo 6:14

7.                 Dar. Debes enseñar el gozo de dar, no solamente dar a tu familia y tus amigos, sino también a los que tienen necesidad. Lucas 6:38

8.                 Humor. Siempre debes tener buen humor. Debes reírte con tus hijos. Prov. 15:13, Prov. 17:22

9.                 Imaginación. Debes ser creativa, y jugar con tus hijos. Debes leerles y cantar con ellos. Ef. 5:19

10.            Justicia. Debes ser justa e insistir que ellos también sean justos. Col. 3:24-25

11.            Amistades. Debes conocer a los amigos de tus hijos, a sus padres y profesores.

12.            Escuchar. Escucha a tus hijos. Eso les enseñará a ellos a escuchar a otros y a respetar los pensamientos de otros. Santiago 1:19

13.            Pautas Morales. Debes tener una buena conducta y pautas morales que agraden a Dios. I Pedro 1:15

14.            Debes aprender a usar la palabra ‘No’. Úsalo y debes ser constante con eso. Ex.20

15.            No debes Reaccionar Exageradamente. Recuerda que tus hijos no son perfectos. Salmo 78:39

16.            Presión. Debes reducir la presión que hay en tus hijos, pero debes insistir que tengan pautas morales y convicciones altas. Fil. 3:14

17.            Preguntas. Presta atención a sus preguntas y dales respuestas simples. Si te piden más explicaciones dáselas. I Pedro 3:15

18.            Respeto. Muestra respeto, enséñales a respetar, y gana su respeto. Ef. 6:2,4

19.            Fuerza. Comparte tu fe con tus hijos. La fe puede ayudarles durante los tiempos difíciles de sus vidas Deut. 6:6-8

20.            Pasar Tiempo Juntos. Deben pasar tiempo juntos como familia, pero también tienes que aprender que habrá momentos en que tendrás que dejar a tus hijos a cuidado de otras personas.

21.            Singularidad. Debes reconocer que cada niño es diferente, y deja a tu hijo o hija ser quien es.

22.            Voz. El tono de voz puede mostrar más a un niño que solamente palabras. Prov. 15:1

23.            Tu Palabra. Debes cumplir tu palabra. Las promesas rotas destruyen su confianza. Ecl. 5:5

24.            Auto – Examen. Debes examinarte constantemente.

25.            Tú misma. Debes cuidar tu mente, tu salud y tu espíritu. Una madre feliz puede ayudar a un niño a ser feliz.

26.            Los niños crecen rápido. Disfrútales cuanto puedas. Pronto se van. 


Espero haya sido de utilidad, pero sobre todo de bendición.



En Su Gracia


Karla 


La madre de Lemuel

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Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.
¿Qué, hijo mío? ¿y qué, hijo de mi vientre?
¿Y qué, hijo de mis deseos?
No des a las mujeres tu fuerza,
Ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.
No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la sidra;
No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los afligidos.
Dad la sidra al desfallecido,
Y el vino a los de amargado ánimo.
Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no se acuerden más.
Abre tu boca por el mudo
En el juicio de todos los desvalidos.
Abre tu boca, juzga con justicia,
Y defiende la causa del pobre y del menesteroso.

Proverbios 31:1-9



Consejos de una madre a su hijo. El proverbio 31 es uno de los más conocidos por las mujeres, se han hecho estudios y comentarios bíblicos acerca de la mujer virtuosa, sin embargo, rara vez se mencionan los consejos de que la madre le da antes de describir a la esposa ejemplar. Es como si primero lo preparara a él para recibir una mujer virtuosa. “Palabras del rey Lemuel; la profecía con que le enseñó su madre.”

Esta mujer sabía las debilidades de su hijo, conocía su carácter y tomó tiempo para darle unos consejos de acuerdo a ello.

¿Recuerdas el proverbio 22:6?

Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

Instruye al niño de acuerdo a su carácter. Como madres de familia buscamos que nuestros hijos tengan la mejor formación, nos equivocamos incontables veces, creemos estar haciendo las cosas bien y al final nos damos cuenta a la luz de las escrituras que, no todo lo que implementamos en la educación de nuestros hijos es correcto.

Te mencionaba el proverbio 22:6 porque erróneamente pensamos que la instrucción de los hijos es en la infancia solamente, pero la palabra “niño” usada en este proverbio es “Naar” que en hebreo comprende desde la infancia hasta los 17 años aproximadamente, es la misma palabra que se usó para describir a José el soñador. Así que, por gracia de Dios, nuestros hijos son “moldeables” hasta la edad de la adolescencia.

La madre de Lemuel le recordaba qué es lo que era bueno para él, no cabe duda que ella se había tomado el tiempo para conocer a su hijo y la influencia del entorno donde él se desenvolvía.

¿Qué puedo decirte, hijo mío?
¿Qué puedo decirte, hijo de mis entrañas?
¿Qué puedo decirte, respuesta a mis oraciones?

Proverbios 31:2 RVC


Esas preguntas me hacen reflexionar en 2 cosas:

1.      Ella ya había hablado anteriormente con él. Es como si le dijera: “¿Qué puedo decir que no haya dicho antes?”

2.     Ella era una mujer de oración y había orado por su hijo. ¿Cuánto tiempo? El necesario. “respuesta a mis oraciones” él era la respuesta a sus oraciones. ¿Vale la pena orar? Por supuesto. 



RECOMENDACIONES:

“No des a las mujeres tu fuerza, ni tus caminos a lo que destruye a los reyes.” (vv 3)   En diversos proverbios se menciona la importancia de la pureza (prov. 5), de alejarse de la mujer ajena (Prov. 7), de alejarse de la mujer insensata y ser sabios (Prov. 9)

Una madre de varones sabe la importancia de criar a sus hijos para que sean conscientes de las consecuencias que trae el vivir desenfrenadamente en cuanto a la sexualidad.

Madres de varones, debemos criar hombres que amen y respeten a las mujeres, en especial a su esposa tal como indica Dios en su Palabra (Efesios 5:21-22)

Madres de mujeres, debemos criarlas de manera que ellas siempre tengan presente y reconozcan el valor que Dios les da y no permitan que las maltraten en ninguna forma, en cualquier etapa de su vida.

“No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino, ni de los príncipes la sidra; no sea que bebiendo olviden la ley, y perviertan el derecho de todos los afligidos.” (vv 4-5).Su madre le instruye a no beber vino, a no perder la cordura, el porte de rey ni la presencia o como dicen los jóvenes hoy en día: “No pierdas el glamour”


El alcohol hace cometer locuras, saca lo oculto de la personalidad, es un des inhibidor cuando se está bajo sus efectos, se cometen actos que en los 5 sentidos tal vez no se habrían hecho.


El alcohol en exceso destruye al hombre, su integridad, su credibilidad, el carácter, destruye familias y se pierde el respeto.


Mi padre tuvo un patrón que era alcohólico, perdió tanto debido a su vicio que, “sus amigos” se aprovechaban de él en ese estado. Era millonario, lo alcoholizaban y firmaba cheques que después no recordaba. Muchísimas veces llegaron con él a rastras y lo dejaron tirado a la puerta de su casa, mi padre era quien cargaba con él hasta su habitación y lo resguardaba.
Un hombre admirado por mucha gente, reconocido en sus negocios, culto, un hombre admirable, perdía todo eso cuando bebía alcohol.



“Dad la sidra al desfallecido, y el vino a los de amargado ánimo. Beban, y olvídense de su necesidad, y de su miseria no se acuerden más.” (vv. 6-7) ¿Por qué habrías de beber teniendo todo Lemuel? Prácticamente le está diciendo “otros pueden, tú no” tú eres el rey, aunque los demás lo hagan, tú no.



Y, por último, le instruye a ser humano, aún en su posición de liderazgo, aun siendo rey, es necesario que sea consciente de que si alguien quiere ser mayor debe comenzar por servir.



“Abre tu boca por el mudo en el juicio de todos los desvalidos. Abre tu boca, juzga con justicia, y defiende la causa del pobre y del menesteroso.” (vv 8-9) Sé la voz de quienes nadie escucha, atiende a ellos, presta tus oídos a lo que tienen que decir, oye a los invisibles, a quienes nadie quiere atender. Sé humano, muestra compasión y escúchalos.


Defiende a todos los desvalidos, a las viudas, a los huérfanos… a los que no tienen en quien más apoyarse. Tú eres el rey, ayúdales. Haz justicia, defiende a los pobres y menesterosos, a aquellos que carecen de lo necesario para vivir. Ve por ellos, es más bendecido dar que recibir, no oprimas al pobre porque es pobre, defiéndelos, ayúdalos. Esta madre describe el carácter de Cristo a su hijo, es una meta que todas como madres buscamos en nuestra vida y por supuesto en la de nuestros hijos. 








¿Qué enseñanza te deja? ¿Qué consejos pudieras darles a tus hijos de acuerdo a su carácter?


Escribamos consejos a cada uno de nuestros hijos, por separado, de acuerdo al carácter de cada uno. Anotemos las características individuales de nuestros hijos, conozcámoslos, vamos a darnos a la tarea de tomarnos el tiempo para escucharlos, mirarlos, conocerlos bien a cada uno para lograr instruirlos de acuerdo a su carácter.


¿Me acompañas?


En Su Gracia

Karla




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Discordia entre hermanos

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Seis cosas aborrece Jehová,
Y aun siete abomina su alma:
 Los ojos altivos, la lengua mentirosa,
Las manos derramadoras de sangre inocente,
 El corazón que maquina pensamientos inicuos,
Los pies presurosos para correr al mal,
 El testigo falso que habla mentiras,
Y el que siembra discordia entre hermanos.
                                                                  
Proverbios 6:16-19



         Leo ésta porción de la Biblia y me hace estremecer; ¿cuántas veces he tenido ojos altivos? ¿cuántas mentí? Y recuerdo la gracia y misericordia de Dios y respiro hondo, sin embargo, la última “cosa que abomina su alma” me produce cierta inquietud y es la que quiero analizar hoy:


“El que siembra discordia entre hermanos…”


        
         Uno podría imaginarse a una persona mal encarada tratando de separar a la familia o alguien que continuamente está hablando mal de todos con todos, se me ocurre que podría ser alguien que abiertamente declara que está en contra de todos los demás y lucha incansablemente por poner en contra a unos contra otros; la verdad es que esa discordia puede ser así de trágica o puede ser tan sutil y pacífica que nadie podría notarla a simple vista, son aquellos que luchan por separar familias desde el secreto y siendo aduladores con todos y ganándose su confianza para al final obtener lo que busca para satisfacerse a sí mismo y logra “en secreto” poner en contra a los integrantes de la familia para su propio beneficio.



         Pasa comúnmente en las familias por no ponerse de acuerdo en algo, por buscar su propio bien, por envidias, ira, murmuraciones intereses propios, en fin por diversas razones que tal vez sean comunes en algunas familias; pero¿qué pasa cuando la división o la discordia entre hermanos es por otra causa?



         En una familia de más de dos hijos es común ver la preferencia por alguno en específico, es común desde el principio de la historia pues me hace recordar a Esaú y Jacob quienes cada uno de ellos era el consentido de alguno de sus padres (Génesis 25:28) y eso les llevó a competir hasta quedarse con la mejor herencia que Isaac podía heredarle a su primogénito… su bendición dada por Dios.



Y Jacob se acercó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le bendijo, diciendo:
    Mira, el olor de mi hijo,
    Como el olor del campo que Jehová ha bendecido;
 Dios, pues, te dé del rocío del cielo,
Y de las grosuras de la tierra,
Y abundancia de trigo y de mosto.
 Sírvante pueblos,
Y naciones se inclinen a ti;
Sé señor de tus hermanos,
Y se inclinen ante ti los hijos de tu madre.
Malditos los que te maldijeren,
Y benditos los que te bendijeren.

Génesis 27:27-29


         La historia de Isaac y Jacob es fascinante te invito a que la leas y escudriñes los tesoros que nos deja en cada versículo Bíblico pero bueno, esa bendición le correspondía a Esaú y la obtuvo Jacob por un plan que formuló su madre y por supuesto que era un propósito divino, sin embargo, pareciera ser que Rebeca en su amor total por Jacob ideó la manera de que obtuviera algo que no le correspondía.


         ¿Cuántas veces hemos hecho distinción entre nuestros hijos? Debo ser muy honesta contigo y contarte que de mis 3 hijos si llegue a hacer distinción entre ellos, me he dado cuenta ahora que tengo 3 y que el mayor ya me exige la parte que le corresponde como primogénito en cuanto a mi amor y atención a él.



Es algo que me costó mucho aceptarlo porque no quería ver que estaba fallando en esa área en específico, creía que si aceptaba que estaba haciendo distinción entre ellos había fracasado como madre y que mi amor era menor por mi primogénito. Siempre es bueno aceptar los errores para enmendarlos y crecer ¡aunque duela!



Es muy sencillo ver el error de otros y opinar en cuanto a su manera de educar pero, nadie nace sabiendo ser padres, nadie tiene la manera perfecta para educar, sólo Dios en su Palabra nos ha dejado el manual para educar en base a Él, pero necesitamos escudriñar y sobre todo aplicar lo aprendido porque no sirve de mucho sabernos los versículos correctos para enseñarles a otros a practicarlos cuando en casa no los llevamos por obra.


Así que decidí auto examinarme y ver en que estaba fallando más, y si… mi preferencia por mi segundo hijo era notoria a kilómetros, el carácter dócil y afable de Santiago contrarresta la hiperactividad de Daniel y por esa razón hacía preferencia por él; analicé un poco más y pude ver que en el momento del nacimiento de ambos Daniel tuvo una calificación casi perfecta, pero no estuvo conmigo, se lo dieron a mi suegra inmediatamente y durmió con ella toda esa noche, sentí como si ese vínculo de madre e hijo se hubiera roto, no sé si tenga que ver pero fue muy doloroso para mí; cosa distinta con Santiago que nació 3 semanas antes de la fecha prevista porque se estaba asfixiando con el cordón umbilical y al nacer morado fue impactante para mí, sentía que lo perdía y desde el nacimiento hasta 3 días después que salimos del hospital no se despegó de mi ni un sólo momento, salvo para bañarlo.


Inconscientemente hacía distinción entre ellos, mi esposo equilibraba la situación, sin embargo ahora ya de más grandes y con más uso de razón de ambos me he dado cuenta que no sólo hacía distinción entre ellos sino que sin querer estaba sembrando discordia entre ellos. Ha sido muy duro el caer en cuenta de ello y sobre todo por el daño que podría causarle a ambos, veo a futuro en la adultez de ambos y me duele el pensar que podrían estar distanciados por alguna mala educación de mi parte, por una palabra mal dicha a alguno de ellos, por la distinción tan marcada que ven en mi. Me aterra pensar que podrían dejar de hablarse y frecuentarse y hasta no querer saber uno del otro,  me da pena con Dios por no haberlo visto antes y evitarlo a toda costa, sin embargo; mi mejor amigo me decía algo muy cierto cuando le platique esto mismo que te cuento, él me dijo:


“tenemos que hacer algo para sacar adelante a nuestros hijos, algún día daremos cuenta a Dios de lo que hemos sembrado en ellos, todos los días necesitamos levantarnos en oración por cada uno de nuestros hijos y hablar palabras de bendición a su vida, hablemos palabras que los harán mejores hombres, hombres con corazones conforme al corazón de Dios, su embrión vieron sus ojos y ninguna de las cosas de ellos les fue oculta, Dios sabe de que tienen necesidad como hijos y de que tenemos necesidad como padres; no desmayes”


y efectivamente… no podemos dejar que alguna situación nos saque de la perfecta voluntad de Dios, todo ayuda a bien a los que amamos a Dios, todo tiene un tiempo perfecto tal vez, necesitaba pasar años para darme cuenta de que estaba errando en esa área para poder enmendarlo en el momento preciso y que sea de bendición no sólo para mí y mi familia sino para otros que necesitan escucharlo; por eso mujer, hoy te digo que cuidemos nuestra familia, esposo, hijos, hermanos, padres, no sabemos cuánto tiempo estaremos en ésta tierra es mejor que el tiempo mucho o poco estemos bien, rodeados de amor y de perdón, sembrando lo que Dios nos ha dado y arrancando de nuestro corazón primeramente todo aquello que estorba.








         Amemos de manera tal a nuestros hermanos para que nuestros hijos tengan el mejor ejemplo para amar a sus hermanos también, amemos y bendigamos a nuestros hermanos sembrando amor, pueden haber diferencias pero eso no implica que deban de abandonarse y olvidarse unos de otros, me duele saber que existen esas situaciones pero es real, sin embargo cambiemos hoy, probablemente haya quienes no quieran saber de ti, perdona, ora por ellos y bendíceles.

Dios sabe de qué tienes necesidad y ellos también, no desmayes, y olvidemos el sembrar discordia entre hermanos y cuidemos nuestra actitud para con nuestros hijos para que se amen y respeten toda su vida;  hoy que mis padres ya no están aquí puedo ver que sólo me quedan mis hermanos como una parte de ellos, y  que si necesito un abrazo de mi padre o de mi madre puedo abrazar a alguno de mis hermanos sabiendo que son lo más cercano a  mis padres aquí en la tierra. 



Esto es lo que quiero que mis hijos aprendan...



¿Hay algún estímulo en pertenecer a Cristo?
¿Existe algún consuelo en su amor?
¿Tenemos en conjunto alguna comunión en el Espíritu?
¿Tienen ustedes un corazón tierno y compasivo? 
Entonces, háganme verdaderamente feliz poniéndose de acuerdo
de todo corazón entre ustedes, amándose unos a otros
y trabajando juntos con un mismo pensamiento y un mismo propósito.
No sean egoístas; no traten de impresionar a nadie.
 Sean humildes, es decir, considerando a los demás como mejores que ustedes. 
No se ocupen solo de sus propios intereses,
sino también procuren interesarse en los demás.
Tengan la misma actitud que tuvo Cristo Jesús.


Filipenses 2:1-5 ntv





Sé muy bendecida Mujer...



En Su Gracia




Karla











Mejores son dos que uno

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Las personas que me conocen de cerca saben que soy una mujer muy hogareña, disfruto mucho estar en casa. Disfruto mucho el beber café mientras leo mi Biblia y escribo, paso tiempo tejiendo a crochet y me gusta mucho estudiar la Palabra. Pareciera que no podría hacerlo por la maternidad, pero, hemos encontrado un equilibrio y hasta cierto punto una rutina en la que cada uno puede tener un tiempo “libre” para hacer lo que más le gusta.


El tiempo que mis hijos juegan con su papá, lo aprovecho para escribir en la computadora. Y por las mañanas, muy de mañana acostumbro a hacer mis devocionales y estudios de la Palabra. Todo eso me tiene en paz, el estar en la presencia de Dios realmente llena mi espíritu y mi alma está en paz para soportar todo lo que conlleva el día a día.


Pero, aunque pareciera que tengo tiempo libre para salir o estar con amigas, realmente no es así. En cierto punto porque no coincidimos en horarios y actividades, y cada quien tiene su vida hecha y rara vez podemos vernos.


¿Por qué te cuento esto? Porque siempre es bueno estar en comunión con una o más amigas de verdad. No simplemente a través de la línea telefónica o de las redes sociales, necesitamos amigas cercanas con quienes compartir el día a día, mujeres en quienes podemos confiar y llorar en el hombro cuando las cosas no están saliendo bien y cuando todo va de maravilla también.


Últimamente he sentido la necesidad de estar con alguien más, de compartir mi día a día. No sé si te pase lo mismo.


Necesitamos amigas de verdad.

Amigas que estén en el momento de la lucha.

Amigas que estén cuando todo es felicidad.

Amigas que estén cuando nadie más está.

Amigas con quienes puedas llorar y expresar tu sentir sin miedo a ser rechazada.

Amigas que no te abandonen cuando más las necesitabas.


Un buen amigo siempre es necesario, un buen amigo nos ayuda en los momentos de debilidad, en los momentos de silencio, en los momentos en los que los demás parecen irse sin despedir.



Éste es mi mandamiento: Que se amen unos a otros, como yo los he amado. 
Nadie tiene mayor amor que éste, que es el poner su vida por sus amigos.

Juan 15:12-13



Jesús lo sabía bien. Necesitamos caminar juntos, en comunión con otros.


¡Ah! Pero pareciera que es tan difícil encontrar amigos en estos tiempos, todos estamos ocupados, todos tenemos horarios diferentes, actividades diferentes. Y pareciera que todo ahora es más digital y virtual que una buena taza de café en compañía de otras mujeres.



Ha sido difícil para mí.



Oro a Dios que pueda ser la amiga que alguien más busca. Oro para poder entablar una amistad cercana para orar juntas y en comunión. Oro a Dios que tú encuentres a una amiga tan cercana con la que puedas compartir todo sin miedo a ser traicionada.


Agradezco a Dios por las amistades tan bellas que me ha permitido formar a través de la red, todas son un regalo del cielo. Pero, ¡quisiera estuvieran tan cerca para orar juntas!


Leía un sermón de Charles Spurgeon acerca de la amistad y él habla de David y Jonatán, lo maravillosa que fue su amistad. Y su escrito llegó a mi corazón.



“Ahora, queridos amigos, ¿no creen ustedes que cuando leemos una historia como esta, la de Jonatán y David, debería fomentarse en nosotros el deseo, no tanto de tener un amigo así, sino, más bien, de ser un amigo como Jonatán lo fue para con David? Cualquiera podría desear egoístamente contar con un Jonatán; pero quien desea encontrar a un David para poder ser un Jonatán para él, está muy bien encaminado. 

Se experimenta un gran gozo en la vida cuando hay una amistad verdadera de ambos lados.
Algunas personas esperan que la amistad esté siempre amontonando sus tesoros sobre ellas; pero la verdadera amistad tiene dos manos, y dos pies, y dos ojos. No puedes tener una verdadera amistad que sólo sea para recibir y nunca para dar. David amaba a Jonatán como Jonatán amaba a David.
¡Oh, que el bendito Espíritu de Dios, que nos enseña a amar incluso a nuestros enemigos, nos ayude a cultivar amistades santificadas, y a estar dispuestos a ayudar a quienes son nuestros hermanos en Cristo en tiempos de necesidad!



Ninguna de nosotras fue creada para estar sola, todas fuimos creadas para vivir en comunidad, para crecer juntas. Necesitamos estar unidas, estar cerca a otras a buscar el bien, a crecer en santidad y en amor las unas con las otras.










Oremos, salgamos y formemos amistades.



¡Les amo!



Con gratitud y en Su Gracia



Karla




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Jocabed, entregando su hijo a Dios

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Jocabed, la madre de Moisés. Poco se habla de esta mujer, pero en los versículos que es mencionada nos da un panorama de su papel como madre y por supuesto, la vida de sus hijos nos confirma qué tan bien hizo su labor como mamá creyente.



Jocabed. - Su nombre significa Jehová es glorioso



La historia de Jocabed comienza en el capítulo 2 de éxodo, donde el mismo Moisés narra su nacimiento:



Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo;
y viéndole que era hermoso, le tuvo escondido tres meses.



Éxodo 2:1-2



Si recordamos, el pueblo de Israel estaba esclavizado por Egipto, quienes los trataban con hostilidad y crueldad (Éxodo 1:10-14). Su crueldad alcanzó grandes dimensiones, hasta el punto de exterminar a todos los hijos varones. (Éx 1:15-16) un pueblo cruel y hostil donde nacía el pequeño Moisés. Sin embargo, él tenía algo sumamente grande a su favor: Sus padres eran creyentes del Dios de los cielos.  En Hechos 7:20 nos dice que Moisés era “Agradable a Dios” ¿Te imaginas que eso se diga de ti? ¿De tus hijos?



El edicto del Faraón era muerte a todos los niños ¿Quién sería capaz de desobedecerlo? Alguien con la fe de Jocabed.



Cuando Moisés nació, Jocabed ya tenía 2 hijos (Aarón y María), al escuchar el edicto del Faraón ¿qué pasaría por su mente? ¿Qué escenas de terror habrán inundado su corazón?  Fue su fe en Dios la que le da fuerzas para esconder a su hijo recién nacido durante 3 meses. Su fe en Dios le da el valor para no obedecer el edicto del faraón. (Hebreos 11:23-24)



No pudiendo esconderlo por más tiempo, encomienda a su hijo a Dios y lo pone dentro de una cesta de papiro (una horquilla de juncos). Estaba entregando su hijo a las manos de Dios. Por providencia divina su confianza en Dios fue bendecida. Su fe, la de Jocabed estuvo muy por encima del temor al hombre.



¿Hemos soltado a nuestros hijos a las manos de Dios? ¿Se los hemos entregado? ¿Le hemos cedido el control a Dios para guiarlos?



Desde el nacimiento de Moisés, el propósito de Dios estaba siendo cumplido. Y es que cada uno de nuestros hijos nace para cumplir un propósito divino y natural. ¿Lo reconocemos nosotras? ¿Qué batallas han librado nuestros hijos? ¿Qué pruebas hemos tenido nosotras en nuestra tarea de mamás?



TOMEMOS EL EJEMPLO DE JOCABED



·        En ser determinadas.

·        No quedarnos inmóviles.

·        No quejarnos sino actuar.

·        No rendirnos y confiar en Dios.



“Crecen los hijos y crecen las preocupaciones” decía mi padre. Y probablemente tú como yo tengamos una situación que nos preocupa o nos cause ansiedad y que esté directamente relacionada con nuestros hijos.



Puede ser que sea desde hace unos días o desde hace años y tal vez, en esa lucha aún no encontramos la respuesta. ¿No será que hemos hecho demasiado en nuestras propias fuerzas? Llegará un momento en el que ya no podremos (ni debemos) tenerla más entre nosotras, por nuestro propio bienestar y por supuesto el de nuestros hijos.








Entreguemos nuestros hijos al cuidado del creador, oremos por ellos cada día bendiciendo todo su ser.



Moisés fue criado por su mamá, aunque la hija del faraón lo encontró en el río, Dios mostró su gracia a la confianza de Jocabed, tanto que ella lo crio y tuvo la oportunidad de no perderse sus primeros días, sus primeros pasos, su primera palabra. Jocabed tuvo la oportunidad de enseñarle acerca de Dios, imagino que le hablaba e instruía porque sabía que estaría en un lugar lleno de idolatría, de riquezas, de conocimiento en ciencias y filosofías de la época, un lugar donde no conocían ni adoraban a Dios.



¿Acaso no sucede lo mismo ahora? ¿Hacia dónde estarán yendo nuestros hijos cuando crezcan y salgan al mundo? Se encontrarán con ateísmo, politeísmo, con filosofías huecas y falsas, con las tentaciones y la falsa gloria del mundo. ¿Qué estamos sembrando en su mente y corazón?



Moisés no solo fue salvado de ser matado, sino que fue criado en el palacio del rey. Encima de ello, fue cuidado por su propia madre. Así quedaba expuesto a la mejor educación posible en el mundo antiguo y a la alimentación espiritual de su propia madre. Dios le tenía preparada una labor especial a ese niño.



Gracias a Dios por los años que nos permite instruir a nuestros hijos, gracias porque nos da la oportunidad de ser su influencia.



Jocabed, aunque no se habla mucho de ella, sin duda realizó su trabajo como madre de manera excepcional. Sus tres hijos llegaron a ser grandes líderes en Israel. Aarón fue sacerdote y María una adoradora. Moisés por su parte, aprendió de la fe de su madre, su valentía y el escuchar a Dios. Moisés, quien quizá sea el líder más grande de todos los tiempos.



Nunca subestimes la enseñanza que puedes dar a tus hijos. No olvidemos que ellos aprenden de nosotras y que verán la manera en que actuamos con fe en Dios. Anhelemos que nuestros hijos sean llenos de fe, que tengan ese don y actúen en él; anhelemos ser quienes guíen, alimenten e instruyan a nuestros hijos y nietos en el camino de nuestro Dios.





En Su Gracia



Karla



Karla


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¿Vale la pena seguir a Jesús?

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Ya son tres semanas que estoy sin mi computadora personal, perdí toda la información que en ella tenía y bueno, el tiempo que antes ocupaba para escribir los artículos ahora lo ocupo para leer un poco más y estudiar con más paciencia.

Ha sido bueno este tiempo, la verdad es que mi oración tiempo atrás era que quería estar más tiempo con Dios y de una u otra forma lo obtuve. Tal vez no era lo que esperaba, pero ha sido una bendición enorme. He estado leyendo como te decía, con más calma y haciendo anotaciones en la Biblia y en mi cuaderno, y en verdad he leído cosas que antes había pasado desapercibido.

Me gusta compartir contigo lo que voy aprendiendo en el día a día, es una manera de sentirme cercana a ti, y hoy te quiero preguntar algo: ¿Vale la pena seguir a Jesús? ¿Qué crees que sea lo más importante para nuestra vida cuando le conocimos? ¿Cuál es el evangelio que nos predicaron de Cristo?








Negarnos a nosotras mismas.
Tomar nuestra cruz
Seguirle.

Este es un llamado a todos aquellos que en algún momento hemos decidido seguir a Cristo. Pero, ¿en verdad nos negamos a nosotras mismas? ¿Creemos que Cristo vale tanto como para tomar nuestra cruz? Muchas veces se nos olvida que el vivir para Cristo va más allá de solo reunirnos en una congregación, va más allá de sólo hacer una oración para recibirle en nuestro corazón.

El vivir cristiano es un compromiso con Dios mismo. Y de entender que Cristo nos dice que es mejor perder para ganar y de morir para vivir. ¿Por qué te comento esto? Porque he visto que en muchas ocasiones los mensajes son centrados en el hombre, en el yo y no en Cristo. Es más como si fueran charlas motivacionales basadas en algunos versículos que la confrontación con el pecado.

Hace unos días le decía a mi esposo 



La gente se está perdiendo y los lugares donde deberíamos hablarles de la solución, nos hemos enfocado en lo que pueden lograr por ser hijos de Dios yno en lo que pueden perder si no se han rendido a sus pies. ¿y nosotras? ¿En qué nos hemos enfocado? ¿realmente nos hemos negado a nosotras mismas?

Negarnos a nosotras mismas es dejar de lado nuestros deseos o derechos, morir al yo, dejar de buscar el beneficio propio para hacer la voluntad de Dios, y sobre todo ser agradecidas por la salvación que hemos recibido. Cristo nos muestra en su Palabra que Él no vino solo a darnos bienestar personal, a darnos sanidad, prosperidad, vidas color de rosa, Él vino a darnos la salvación, la vida eterna y el poder ser llamados hijos de Dios.

Negarnos a nosotras mismas incluye también el hecho de poner a Dios por encima de todo lo que tenemos, somos y aún de nuestra familia. Negarnos a nosotras mismas es estar conscientes de que Dios es quien debe reinar en nuestra vida, no nuestros sueños, no nuestros anhelos, no las costumbres familiares, no nosotras. Todo se trata de Él.



Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos,
 los cuales se pararon de lejos
y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ¡ten misericordia de nosotros!
 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes.
Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado,
volvió, glorificando a Dios a gran voz,
 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias;
y éste era samaritano.
Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados?
Y los nueve, ¿dónde están?
¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

Lucas 17:11-19


Diez leprosos fueron sanados por su fe y obediencia a Cristo mientras iban donde los sacerdotes, pero, sólo uno regresó y recibió la salvación: “Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.”

Diez leprosos sanados, sólo uno salvado.

Y hoy en día sigue igual, dando más importancia a lo que se recibe para bienestar personal en esta tierra, que la vida eterna. Se da más énfasis en los milagros y las demostraciones del poder de Dios que en la salvación. Es decir, podemos invitar a miles de personas a que sean testigos de milagros y prodigiosy aún ellos sean quienes los reciban, y eso no significa que sean salvos.  Jesús nos llama a renunciar a nosotras mismas.

Si seguimos a Cristo, hagámoslo por amor, por gratitud, porque Él es el Señor y nuestro salvador, porque ha sido quien nos perdonó nuestros pecados y no sólo por lo que hemos recibido de Él. ¿Por qué nos acercamos a Él? ¿Recuerdas a aquellos a quienes alimentó y sólo lo siguieron por el pan terrenal? (Juan 6)

Creo firmemente que necesitamos ser discipulados para hablar del verdadero evangelio de Cristo a quienes aún no lo escuchan, y no sólo hablarles de los beneficios que se obtienen al seguirlo. Es más, creo necesario evangelizarnos a nosotras mismas, no olvidarnos de lo que Cristo hizo por nosotras, recordar que Cristo no viene a solucionar nuestros problemas sino, a tratar desde la raíz de ellos que sin duda… es el pecado.


Mostremos nuestra fe en Dios porque somos libres en Cristo. Porque Él nos ha dado la vida eterna y porque le amamos porque Él nos amó primero.

El miércoles compartiré contigo acerca de cargar nuestra cruz y seguirle. Déjame saber qué piensas, ya sea en un comentario aquí, por correo o en la página de Facebook.

Dios te bendiga y guarde.


En Su Gracia

Karla











"Toma tu cruz y sígueme"

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El lunes te compartía acerca de lo que significa negarnos a nosotras mismas para seguir a Jesús. El evangelio de Cristo es lo mejor que pudimos escuchar, lo mejor que nos pasó porque nos ha abierto los ojos a nuestra condición frente a Dios y con él, llegamos al arrepentimiento y recibir el perdón a través de Cristo.


Muchas de nosotras recibimos mensajes color de rosa acerca del evangelio, otras recibimos un mensaje fuerte que de inicio nos movió, pero que ello nos llevó a buscar más de Jesús y de su santidad. Sea cual sea el mensaje que hayas recibido para que conocieras a Jesús, sus palabras son claras si deseamos seguirle.


Grandes multitudes iban con él; y volviéndose, les dijo:
Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, y madre, y mujer, e hijos, y hermanos,
y hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.
Y el que no lleva su cruz y viene en pos de mí, no puede ser mi discípulo.

Lucas 14:26-27


En los tiempos en los que Jesús estuvo en esta tierra, la cruz significaba muerte, tortura; imagina a Cristo diciéndole a quienes querían seguirle que necesitaban estar dispuestos a sufrir por él, a morir de manera terrible y con ello vivirían. Probablemente habrá sido una locura para quienes lo escuchaban y por eso huían.


Tomar la cruz. Morir cada día a lo mío.


Morir a nuestros deseos, a nuestros logros, a nuestra familia, a nosotras mismas. Y es que seguir a Jesús no es fácil, no es algo que todos estén dispuestos a hacer cuando saben lo que conlleva servirle. Nos han enseñado que Jesús vino a solucionarnos nuestros problemas y a darnos una vida prospera si tan solo le aceptamos, pero, lo principal y lo más importante de todo es que Él vino a darnos vida, a perdonar nuestros pecados y acercarnos al Padre. Cuando entendemos eso, lo que esperamos recibir en la tierra pasa a segundo término porque ¿Qué hay más importante que tener la salvación con Cristo?


Morir a nosotras mismos implica tener a Jesús en primer lugar en nuestra vida, siempre y por encima de todo. No olvidarnos que su Palabra es viva y eficaz y desnuda el alma, nos muestra en qué estamos fallando y cómo cambiarlo porque el fin de todo, es que nosotras nos parezcamos más a Jesús cada día y no Él a nosotras. Que hablemos más acerca del reino de Dios a todas aquellas personas que aún no escuchan el evangelio y siguen viviendo en tinieblas.  Morir a nosotras mismas para cumplir el llamado de Cristo en nuestra vida. 

Hay cosas en las que enfocamos nuestra vida y muchas de ellas son poco importantes, o nada importantes si las comparamos con la terrible realidad de que muchas personas están destinadas a una eternidad sin Cristo.


Qué tal si Jesús nos pide renunciar a todo lo que “hemos logrado” para dedicarnos a suplir las necesidades de otros. ¿Lo haríamos? En ocasiones creo que muchas nos hemos olvidado del mundo fuera de las congregaciones y nos hemos enfocado en nosotras mismas sin cumplir el llamado de Cristo.


Tú y yo le pertenecemos a Cristo,  
por eso nos negamos a nosotras mismas.

Pasa muy a menudo que cuando estamos en el camino con Dios y buscamos hacer su voluntad por amor a Él, nos encontramos con momentos o situaciones en los que debemos actuar negándonos a nosotras mismas y vivir para Él. Muchos se burlarán de nosotras, nos atacarán, buscarán hacernos sentir mal y aún nuestra propia familia estará en contra de nosotras y de nuestra decisión de seguir a Cristo.


Por ejemplo: escuché una madre que decía que prefería a su hijo en el alcoholismo que verlo cristiano. Este hombre estaba bien cimentado en su fe y murió a si mismo, dejando que fuera Cristo quien guiara su vida prefiriendo seguirlo (sin alcohol), antes que ceder a los deseos de su mamá y vivir alcohólico. Tiempo después su madre daba gloria a Dios porque lo había rescatado del alcoholismo.


No desmayes, seremos perseguidas, burladas y atacadas por las personas que no quieren nada con Dios. No te angusties, ya se nos había advertido desde antes.


¿De qué forma nos hemos negado a nosotras mismas? ¿Cuándo y cómo hemos visto más por los demás que por nosotras? Sobre todo, por aquellos que aún no conocen a Cristo.



Entonces Jesús, mirándole, le amó, y le dijo: Una cosa te falta: anda,
vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo;
y ven, sígueme, tomando tu cruz

Marcos 10:21


Para el joven rico sus posesiones fueron más importantes que lo que Cristo le ofrecía, más importantes que los tesoros en el cielo. Es decir que, Jesús nos pide que quitemos de nuestra vida cualquier ídolo que tengamos y nos entreguemos 100% a Él y después seguirlo.


Creo que es tiempo de analizar delante de Dios si aún tenemos algún ídolo que esté impidiendo que sigamos a Cristo totalmente, algo que evite que nos neguemos a nosotras mismas. Parece una contradicción el dejar todo eso por Jesús, el renunciar a lo que nos da seguridad, estatus y una vida estable sólo por seguirle. Pero no olvidemos que Él nos dice que, si morimos, vivimos y si perdemos, ganamos. El evangelio de Cristo se trata de Él, no de nosotras, no es lo que hagamos sino de lo que Él ya hizo.


Siempre hay algo que debemos y tenemos que entregar a Dios para seguirle. ¿Qué haríamos si Jesús nos pide lo que más amamos? ¿Estamos dispuestas a darle al Señor lo que nos pida? A veces es más fácil alejarnos de Dios que dejar y renunciar a eso.


Jesús vale la pena, vale la pena seguirlo y tenerlo en primer lugar en nuestra vida. Si nos alejamos de Jesús, nos alejamos de las riquezas eternas. Nos queda mucho por aprender, mucho por caminar con Dios. Busquemos su rostro cada día, busquemos dejarlo todo por amor a Él, por compartir con aquellos que aún no tienen la oportunidad de conocerlo, busquemos hacer su voluntad siempre.

Porque ¿qué mérito hay en soportar malos tratos por hacer algo malo?
Pero cuando se sufre por hacer el bien y se aguanta el castigo,
entonces sí es meritorio ante Dios. 
 Y ustedes fueron llamados para esto. Porque también Cristo sufrió por nosotros,
con lo que nos dio un ejemplo para que sigamos sus pasos.

1 Pedro 2:20-21 RVC



Dios te bendiga y guarde.

En Su Gracia

Karla








Ana, la madre que ora

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Me encanta leer la Palabra de Dios y encontrar propósitos divinos para sus hijos “Hubo un varón”, en algún momento del tiempo en un lugar destinado, nuestro Señor traza planes y propósitos para llevar a cabo su voluntad.


Este varón Elcana, tenía 2 mujeres. Una era Penina quien tenía 2 hijos y la otra era Ana, quien no tenía ninguno. (1 Samuel 1:2) Todos los años subían como familia a adorar a Dios a Silo, donde estaban dos hijos de Eli, Ofni y Finees sacerdotes de Jehová.


Elcana amaba a Ana, a todos les daba una porción, pero Ana le daba una parte escogida. Ana no tenía hijos y vivía triste a causa de las burlas de Penina.



Y su rival la irritaba, enojándola y entristeciéndola,
porque Jehová no le había concedido tener hijos.
Así hacía cada año; cuando subía a la casa de Jehová,
la irritaba así; por lo cual Ana lloraba, y no comía.

1 Samuel 1:6-7



¿Conoces a alguien sin hijos que sea acosada por eso? ¿Tú has sido acosada por aún no tener hijos? ¿Qué tanto sería su dolor que no comía? Ana no podía disfrutar del amor y el favor que le mostraba su esposo a causa de la tristeza.


Ana está en la casa de Dios sintiéndose sumamente triste. Probablemente muchas de nosotras hemos estado en una situación similar, con problemas en casa, con la familia o con nuestro propio esposo y sin poder disfrutar el tiempo en la congregación. Y es que, en ocasiones la tristeza es tan grande que en nuestras propias fuerzas no podemos mitigarla.



Ana en su dolor recibe unas palabras de su esposo que parecieran insensibles “¿por qué lloras? ¿No te soy mejor yo que diez hijos?” ¡Ah! Casi puedo sentir su dolor, su sentimiento de impotencia, tal vez enojo o hasta amargura. Y ella hace lo correcto:



Y se levantó Ana después que hubo comido y bebido en Silo;
y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en una silla junto a un pilar del templo de Jehová,
ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.

1 Samuel 1:9-10




¿Cómo actuamos cuando hay dolor y tristeza en nuestra alma? Tenemos la decisión en nuestras manos, podemos decidir amargarnos y vivir mal siempre o, buscar el rostro de Dios, desahogarnos con Él y ser libres.


Gran prueba para Ana…

·        Amada por su esposo, pero lo compartía con otra mujer.
·        Estéril.
·        Acosada por no tener hijos.
·        Vivía en un hogar donde era juzgada y hecha sentir menos.


Pero eso no la detuvo y oró a Dios, le derramó su corazón.


“Señor de los ejércitos” ¿Qué tal? Esto me muestra que ella conocía en verdad a Dios. hace su voto clamando a Dios, a Jehová de los ejércitos (Jehová Sabbaoth) para que sea su protector.


En medio de su dolor hace un voto con Dios y le dice:


Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva,
y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón,
yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida,
y no pasará navaja sobre su cabeza.

1 Samuel 1:11



Ella entrega su hijo a Dios, era tanto el deseo de tener un hijo que ora incesantemente pidiéndolo a Dios. (1 Sam 1:12-13)


Eli no reconoce que Ana oraba ¿Acaso era tan escasa la oración en esa época que el sacerdote no reconocía que Ana estaba orando? Pero ella estaba desahogándose delante de Dios.



Elí respondió y dijo: Ve en paz, y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho.
 Y ella dijo: Halle tu sierva gracia delante de tus ojos.
Y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste.

1 Samuel 1:17-18



Y el Señor se acordó de Ana, respondió su oración, su petición y Ana quedó embarazada y dio a luz a un niño. Llama mucho mi atención que Ana pidió un niño fue específica. Decidió educarlo y guiarlo al servicio de Dios. Cuando Dios le dio un hijo a Ana, ella lo llamó Samuel, que significa “Su nombre es Dios” y es un tributo al Dios que se lo había dado.


Después de esperar tanto tiempo por un bebé, Dios le responde y ella cumple el voto con Dios. Cría a su hijo hasta el tiempo que lo desteta y lo lleva a la casa del Señor en Silo y presenta una ofrenda.


Ana y su esposo demostraron ser padres fieles al Señor y llenos de amor por Él. Estaban mostrándole ese amor al dedicar a su hijo al servicio del Señor para siempre.La oración de Anaque está en el capítulo 2, es una de las oraciones más hermosas que están en las escrituras.


Ana muestra la profundidad de su fe, su visión espiritual de la Palabra de Dios, y sobre todo muestra la gran obra hecha por Dios en los corazones de algunos en esos días de oscuridad espiritual. En esa oración revela tener comprensión de cómo el Señor humilla a los soberbios, pero exalta a los humildes. (vers. 2:1, 3-4, 6-7)


Así es como comprende el verdadero propósito de los sacrificios, que el llevar al pueblo de Dios al quebrantamiento y contrición de corazón para que Dios lo pueda levantar. Habla de la santidad de Dios y de su soberanía sobre todos los asuntos de los hombres. (vv. 6-8)


Expresa una confianza especial en que Dios guardará a los suyos y juzgará a los malvados. Su oración demuestra que conocía la ley de Dios y comprendía lo que significaba para los hijos de Dios.


Ana conocía a Dios, conocía su ley, era una madre que amaba a Dios.


         Ana…
·        Oró con fe.
·        Creyó en la promesa.
·        Su amargura no la alejó de Dios
·        Cumple su voto a Dios (Ec 5:4-5)
·        Agradece a Dios
·        Entrega su hijo al servicio de Dios.


¿Qué mayor confianza en Dios que le entrega a su hijo y lo deja con el sacerdote Elí?
¿Sabes? Cuando leí la historia de Eli y de sus hijos, me pregunté: ¿Cómo Ana se atrevió a dejar a su hijo en manos de aquél varón? Pero en realidad no lo dejó en sus manos, sino en manos de Jehová, de Jehová Sabbaoth, Dios de los ejércitos celestiales. ¿Quién mejor que Él para cuidar a Samuel?


Nos cuesta trabajo soltar a nuestros hijos, ese sentir de protegerlos siempre nos “ata” por decirlo de algún modo, a nuestros hijos. Necesitamos confiárselos a Dios, entregarlos a Él para que su propósito divino y celestial sea cumplido en su vida.


A partir de ahora sigamos orando por ellos.


·        Oremos sin cesar.
·        Oremos a detalle las áreas en la vida de nuestros hijos.
o   Por su vida espiritual
o   Su carácter
o   Debilidades
o   Dones y talentos
o   Y oremos con confianza en Dios.


Leyendo el libro de una madre conforme al corazón de Dios de Elizabeth George, encontré este comentario:


Más adelante vemos al niño hecho hombre, profeta y sacerdote que ora…

         …por la nación en tiempos de gran agitación. (1 Samuel 7:9)
         …por un rey para el pueblo de Dios (1 Sam 8:6)
…porque Dios demostrará su desagrado con el pueblo por haber pedido un rey (q Samuel 12:17-18)
…con un corazón afligido por la desobediencia del rey Saúl (1 Sam 15:11)
…para discernir la voluntad de Dios y ungir al nuevo rey, David (1 Sam 16:1-12)


Podríamos preguntarnos ¿dónde aprendió a orar con tal fervor y diligencia? ¡tal vez en las rodillas de Ana!










En Su Gracia


Karla




Artículos anteriores:











¿Qué dirías tú?

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Hace unas semanas compartí en la página de Facebook un post que nos hacía reflexionar. 



¿Qué dirías a ti mismo cada mañana cuando te levantes?



Moisésdiría:
"Señor si tú presencia no va con nosotros no iremos a ningún lado." 
Exodo33.15

Abrahamdiría: 
"el Señor proveerá."
Génesis 22.8

Jacob diría:
"no te dejaré ir hasta que me bendigas. 
Génesis 32.26

Josué diría: 
"yo y mi casa serviremos al Señor." 
Josué 24.15

Samuel diría: 
"habla Señor que tu siervo oye." 
1 Samuel 3:9

La viuda endeudada diría:
"Dios puede bendecirme con lo poco que tengo" 
2 Reyes 4:2-7

Nehemías diría: 
"el gozo del Señor es mi fortaleza." 
Nehemías 8.10

Daviddiría:
"el Señor es mi pastor nada me falta" y "Ese es el día que hizo el Señor me gozaré y me alegraré en él." 
Salmos 23 y 118.24

Salomóndiría: 
"confía en el Señor alma mía y no en tu propia inteligencia, reconócelo en todos tus caminos y él enderezará tus pasos" 
Proverbios 3-5

Isaías diría:
"Levántate levántate y resplandece porque ha llegado tu luz y la gloria del Señor amaneció sobre ti". Y, "ninguna arma forjada en contra de mi prosperará." 
Isaías 54.17 y 60.1

Jeremíasdiría:
"el Señor tiene planes para prosperarme, son planes para mí bien y no para mí mal." Jeremías 29.11

Jabesdiría:
"que me pudieras prosperar y ensanchar mi territorio." 
1 Crónicas 4.10

Sadrac, Mesac ,Abednego dirían:
"no nos arrodillaremos ante ninguna imagen más serviremos al Señor".
Daniel 3.16

Ezequiel diría:
"Cada hueso seco en mi vida, vivirá de nuevo".
Ezequiel 37

Jonásdiría: 
"En mi angustia clamare a ti y tu me responderas." 
Jonas 2.1-2

Pedrodiría:
"pondré mi carga sobre el Señor porque el cuidara de mí." 
1 Ped.5.7

Pablodiría:
"El Señor suplirá todas mis necesidades y todo lo puedo en Cristo quién me fortalece." 
Filipenses 4.13 

Y al despertar, ¿qué dirías tú?
Medita en ello, háblalo, vívelo. Sólo es un asunto de hacerlo.


En Su Gracia

Karla









Loida y Eunice {Sembrando buenas semillas en nuestros hijos}

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¡Hola mujer! Durante 8 semanas hemos estudiado a algunas madres que aparecen en la Biblia, hemos visto las características de grandes mujeres quienes fueron madres de grandes hombres de Dios. Mujeres que fueron influencia positiva y de bendición en la vida de sus hijos. No hablamos de aquellas mujeres que dieron mal ejemplo a sus hijos, tal vez en una siguiente ocasión hablemos de alguna de ellas.










Hoy termino esta serie con un par de mujeres de la Biblia a quienes admiro mucho, un par de mujeres que impactaron de cierta forma al apóstol Pablo quien las menciona puntual y específicamente en la vida de su discípulo Timoteo. Estas mujeres en tan solo unos versículos, nos muestra una forma de instruir a nuestros hijos en el camino de Dios porque, siendo mamás creyentes tú y yo, estoy segura que una de nuestras oraciones es “¡Señor, que mis hijos te amen!” ellas son Loida y Eunice.



Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida
que es en Cristo Jesús, a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz,
de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor. Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde
mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones
noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo;
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero
en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la
Imposición de mis manos. Porque no nos ha dado Dios un espíritu de cobardía,
sino de poder, de amor y de dominio propio.

2 Timoteo 1:1-7



¿Qué influencia somos a nuestros hijos?

Loida y Eunice, abuela y madre de Timoteo el discípulo del apóstol Pablo, grandes mujeres de Dios quienes sembraron semillas en el corazón del niño Timoteo y que a su edad adulta dieron fruto y fruto en abundancia. Aun cuando el padre de Timoteo no era judío, ellas se dedicaron a formar el carácter cristiano en Timoteo. ¿Qué nos detiene para hacer lo mismo con nuestros hijos?



La mujer sabia edifica su casa… Prov. 14:1



Nosotras podemos influir tan grande en nuestros hijos, que cada semilla que sembremos en ellos dará fruto, ya sea bueno o malo según lo que hayamos sembrado en su corazón.


¿Quién fue Timoteo? ¿Por qué su madre y abuela tienen que ver con su labor de evangelista y discípulo de Pablo? (Hechos 16:1-3) ¿Qué semillas germinaron en Timoteo que podemos sembrar en nuestros hijos a partir de ahora?



1.      Ternura. .“deseando verte al acordarme de tus lágrimas…” Timoteo era un hombre sensible, tierno. Ese hábito los niños y niñas lo aprenden de la mamá. En nosotras está el “poder” para enseñarles a ser sensibles y no guardarse los sentimientos. En México hay una cultura machista, donde se les enseña a los varones a no llorar, muchos de ellos viven su vida sin llanto porque se les instruyó que sólo las mujeres lloran.

Pero si nosotras les damos la enseñanza para expresar sus sentimientos, su llanto, su ternura; ellos crecerán sabiendo que es natural y que es parte de ellos; nosotras como mamás necesitamos ser tiernas. (1 Tesalonicenses 2:7)



2.     Fe no fingida Loida y Eunice eran auténticas cristianas. Aun cuando el papá de Timoteo no era judío (Hch 16:1) la fe de estas mujeres no era hipócrita, su fe no era falsa. Tal vez conozcas a alguien que finge su fe o tal vez te encuentres en ese estado sin darte cuenta.

Una fe no fingida, una fe coherente, una fe que lleva a hacer lo que se predica; una fe fingida sería predicarles a los hijos acerca de algo y la madre vivir de manera contraria.  Por ejemplo, una fe fingida es hablarles a nuestros hijos acerca del amor y perdón de Dios y que nos escuchen hablar contra un hermano, que nos vean de pleito con el vecino o gritando a mitad del tráfico.

Loida y Eunice eran congruentes, sin fingimiento, sin buscar aparentar un cristianismo que no se vivía en casa, eran mujeres temerosas de Dios quienes predicaban con su ejemplo, con su vida.  


Pongamos una nota personal en nuestro diario devocional:







Nosotras decidimos si les damos una fe fingida donde cosechen fruto artificial, no bendecido y temporal; o una fe verdadera que de fruto que permanezca. No podemos dar fruto bueno si la semilla que sembremos no es buena; si sembramos en nuestros hijos una fe fingida o hipócrita, ellos cosecharán una fe fingida y por lo tanto se alejarán de Cristo. No olvidemos que el servicio a Dios inicia en el hogar.


Si sembramos buena semilla en su corazón y ellos se han alejado del camino, en algún momento, esa semilla germinará y dará el fruto que le corresponde, no te desanimes.



3.     Confianza en el poder de Dios.  Pablo le recuerda a Timoteo que no tiene que ser tímido, que fue Dios quien le ha dado valentía. Si alguno de nuestros hijos es temeroso o cree que no tiene poder para realizar algo, tú y yo como mamás tenemos que recordarles (como lo hizo Pablo) que ese don, ese poder y valentía lo han recibido de parte de Dios desde el día que recibieron a Cristo (Hechos 1:8)
¿Qué es lo que han visto en nosotras nuestros hijos? ¿Qué poder les hemos inculcado? Enseñémosles a ellos el poder de Dios en nuestro hogar a través de la Palabra de Dios desde pequeños. (2 Tim 3:15-17)



4.     Amor.   Sembremos en ellos el amor de Dios, el amor ágape, amor no egoísta, no condicionado; ellos aprenderán de ese amor sacrificial en nosotras como mamás. Seamos esa madre que ama a cada uno de ellos con amor incondicional como se nos muestra en 1 Corintios 13:4-7¿Cómo los estamos amando?



5.     Dominio propio.  Ah, ¿podemos decir que no cuando todos dicen sí? ¿Qué les enseñamos a nuestros hijos? Si en la escuela celebran algo que va en contra de nuestra formación cristiana, debemos mostrarles a nuestros hijos que no podemos seguir la corriente. Vamos a enseñarles que no todo conviene, aunque muchos digan que es bueno, si no está aprobado por Dios no debemos hacerlo.
Aún cosas que parecen mínimas o insignificantes, por ejemplo, comer, el tiempo viendo T.V., las horas al teléfono, videojuegos si se los permites. Debemos mostrarles cómo dominar sus emociones negativas, el enojo, por ejemplo, enseñarles que no deben prolongarlo y que entiendan el perdón y la reconciliación, la tristeza, etc. Pero todo esto es a través del ejemplo, tú y yo necesitamos ya saber dominar nuestro temperamento, auto disciplinarnos y tener dominio propio sobre nuestro carácter.



Dejemos todo eso nosotras también por amor a Dios, a nosotras y a nuestros hijos. Dejemos de hacer lo que agrada a la gente y hagamos lo que agrada a Dios.


¿A quién queremos servir?


Bendito Dios que nos da la oportunidad de conocerle, de servirle en nuestro hogar, de darle la formación cristiana a nuestros hijos y con el ejemplo de Loida y Eunice, saber que se puede sembrar en ellos un amor y fe verdadera por Dios desde pequeños, aun si nuestro esposo no es creyente.


Seamos mujeres determinadas en formar e instruir a nuestros hijos en el camino de la verdad, en el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Demos testimonio dentro de nuestro hogar porque, necesitamos formar a los futuros hombres y mujeres de Dios quienes darán testimonio de Él y serán su voz a aquellos quienes aún no conocen a su creador.


“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo,
como si Dios rogase por medio de nosotros;
os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios”

2 Corintios 5:20


Muchas gracias mujer por acompañarme hasta aquí en el estudio de las Madres en la Biblia.Espero haya sido de mucha bendición como lo fue para mí. Hagamos lo que nos corresponde en el hogar y seamos luz para nuestros hijos., que la gracia de nuestro señor Jesucristo esté con nosotras, amén.











En Su Gracia


Karla





Artículos de la serie:





Próximamente te daré detalles de nuestro siguiente devocional.

¡Un abrazo!

Él pelea por nuestros hijos

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Estos tiempos son probablemente en los que más ha sido atacada la familia. Numerosas leyes se han aprobado que atentan contra el diseño original de la familia. Todo esto, lejos de atemorizarnos debería de servirnos para estar alerta como padres y madres de familia recordando que ya se nos había advertido que así sucedería. La Biblia tenía razón.



Hoy necesitamos redoblar esfuerzos, estar más alerta, en oración, ayuno y con un corazón realmente entregado a Dios sabiendo que muy pronto el que ha de venir vendrá y de cierto no tardará.



Ahora, pues, Israel, ¿qué pide Jehová tu Dios de ti, sino que temas a Jehová tu Dios,
que andes en todos sus caminos, y que lo ames, y sirvas a Jehová tu Dios con todo tu corazón
y con toda tu alma; que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos,
que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad?

Deuteronomio 10:12-13
  


Nada de lo que hagamos en nuestras fuerzas para rescatar a nuestros hijos, dará el fruto que esperamos. Quien cambia mentalidades, transforma vidas y nos hace vivir en victoria se llama Jesucristo.



Podemos pasar días y noches alterando nuestro cuerpo con tranquilizantes, insomnio, temor y llenos de preocupación por nuestros hijos que se han salido del camino, y eso no los traerá de regreso.



Tenemos un Dios que dice: “acaso habrá algo imposible para mí?” Si vivimos en angustia y preocupación, es porque no hemos aprendido a descansar y confiar en el Dios de la Biblia, el Eterno y Todopoderoso.



“Clama a mí y te mostraré cosas ocultas que no conoces” “Echa sobre mi tu carga y te sustentaré” “Vengan todos los que están cansados y cargados y yo los haré descansar”



Aprendamos a confiar en sus promesas, descansemos en que, si echamos toda nuestra ansiedad sobre Él, Él tiene cuidado de nosotras; entreguemos a nuestros hijos a Él, a su cuidado y recibamos la paz que sobrepasa todo entendimiento llenando nuestro corazón en Cristo Jesús.


No temas ni desmayes, recuerda que Él prometió que nuestra simiente sería bendita y que peleará y salvará a nuestros hijos. A seguir orando mujer, clamando por nuestros hijos, confiando en que nuestras oraciones son escuchadas. Descansando en que su voluntad siempre es buena, agradable y perfecta.







Oración:

Amado Dios, entrego a ti a cada uno de mis hijos sabiendo que nadie mejor que tú para guiarlos y cuidarlos. Hoy decido confiar en cada palabra y cada promesa que tienes para mis hijos, tus hijos recordando que pensamientos de bien y no de mal tienes para quienes te amamos. Te pido que los bendigas y les muestres siempre el camino por el cual deben andar, en el nombre de Cristo Jesús amén.



En Su Gracia


Karla




Nuestro próximo diario devocional será de 1 y 2 de Tesalonicenses.

Toda la información, introducción y diario para descargar e imprimir son costo estará disponible el viernes 7 de octubre.


¡Mantente pendiente y no te pierdas de nada!









Pecados comunes pero poco hablados {primera parte}

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¿Te has percatado que se habla mucho acerca de los pecados escandalosos? hablamos del adulterio, la fornicación, el robo, etc., pero de los “pequeños pecados” no se habla tanto ¿A qué crees que se debe?

Leía hace un par de días Colosenses 3:5-10 que habla de la vieja y nueva vida en Cristo. En ella menciona algunas prácticas que han pasado desapercibidas o tal vez le hemos restado importancia, y se siguen practicando spin recordar que también son pecado. Y recordé que en Gálatas 5:19-21 se da una lista de las obras de la carne también y hay algunas de ellas de las que quise saber más porque también son muy comunes.


Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes,
que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:19-21


Hoy nos enfocaremos en los enlistados en el versículo 20. ¿Qué tal? Esas prácticas le hemos restado importancia ¿no crees? Desgraciadamente son muy comunes en la vida diaria y aún en la iglesia. ¡Pero qué lista tan más completa! Hoy hablemos de las obras de la carne que parecen inofensivas, las que tienen que ver con la vida social.


No somos perfectas, somos mujeres que están continuamente aprendiendo y dejándose moldear por un Dios perfecto que nos hizo agentes morales y con dominio propio.



IDOLATRÍA. Se refiere a la adoración de un dios falso o sustitutivo del verdadero. La Real Academia Española la define como “Amor excesivo y vehemente a alguien o algo”

Podríamos pensar que ya no somos idólatras porque no nos arrodillamos ante imágenes; sin embargo, la idolatría va más allá de sólo arrodillarnos ante imágenes. Si seguimos la definición de la RAE entonces respondamos ¿Qué es aquello que está tomando el lugar de Dios en nuestra vida? ¿Qué es eso que amamos excesivamente y que nos hace olvidarnos de Dios?

Hagamos un análisis acerca de nuestro día a día y veamos qué es lo que más ocupa nuestro tiempo, qué ocupa nuestro pensamiento y cuidamos más. Tal vez no tenemos tiempo de orar y leer nuestra Biblia por las mañanas, pero si tenemos tiempo para revisar exhaustivamente las redes sociales. ¿Crees que podamos estar idolatrando eso? Podemos idolatrar personas, pastores cristianos, cantantes, esposos y aún a nuestros propios hijos.  ¿Hay algo que estemos idolatrando? Es tiempo de ponernos a cuentas con Dios.



HECHICERÍAS. - Cuando busqué la definición de esta palabra usada en este versículo, me sorprendió, pensé que se trataba sólo de conjuros mágicos y brujos, pero, la palabra que Pablo usó fue “pharmakeia” que quiere decir farmacia.
Hechicería como obra de la carne y pecado en nuestra vida, tiene que ver con el uso de fármacos. No es de asombrarse que en estos tiempos haya millones de medicamentos que causan adicción, aún en los creyentes.

Tristemente se ve más el uso de somníferos, antidepresivos, anti estrés, etc. Ello tiene como base el no saber descansar en Dios, es como si se confiara más en el medicamento que en el poder de Dios y se le diera un poder mágico. Un comentario Bíblico dice acerca de esto:
“En el mundo antiguo, la toma de medicamentos (especialmente los alucinógenos) se asocia siempre con el ocultismo” David Guzik

Idolatría y hechicería, estos dos pecados tienen que ver con nuestra relación con Dios y la forma en la que vivimos el cristianismo personal. Los siguientes pecados tienen que ver con la relación que tenemos con otros, sean creyentes o no. Veamos cuántos de ellos no hemos logrado dominar y erradicar de nuestra vida.



ENEMISTADES. - Increíble, pero se ve. Es un pecado tan común, que ya nos hemos acostumbrado a él. La Palabra que se usó en griego fue “echthra” que quiere decir:  odio, una actitud con hostilidad, habla de enemistades, etc.
Esto se ve de manera común dentro y fuera del cristianismo, pero lo que nos debe interesar a ti y a mi es analizar si nosotras tenemos enemistad con alguien, si hemos perdido amistad, la comunicación con alguien al grado de no existir la reconciliación.

La enemistad va contraria al amor que debemos tener al prójimo, ya no acumulemos pecados mujer, busquemos la paz.



PLEITOS. - Rivalidad, competencia, pero no sana. Es una rivalidad que comienza por querer la obtención de algún premio o reconocimiento o simplemente para tener la razón.

Esto es más común en las redes sociales ¿cierto? Basta con leer comentarios en diferentes páginas donde se comparte el evangelio para darnos cuenta de la gran rivalidad que existe aún entre hermanos. Muchos defendiendo su punto de vista, doctrinas y esto lejos de ser bendición a quienes lo leen, hace ser tropiezo a los débiles en la fe. Gracias a Dios porque en mi vida hubo una mujer a quien amo mucho, que me hizo ver que no es necesario y de hecho es contraproducente querer convencer a alguien en las redes porque entonces doy pie al pleito. ¿Te ha pasado a ti también?



CELOS. - Estos también son comunes dentro de los creyentes. Se tienen pensamientos pecaminosos por los logros de otros. Es el deseo de tener lo que otros tienen.

¿Es común? ¡Por supuesto! Ahora he escuchado de los “celos ministeriales” cuando Dios comienza a usar a alguien, más que a nosotras, podemos sentir celos y albergar sentimientos pecaminosos en contra de ese alguien o peor aún, enojarnos con Dios.

Celos entre cristianos, entre predicadores, ministros de alabanza, etc. ¿Has sentido celos de alguien más? Creo que viendo lo que Dios ha hecho en nosotras y siendo agradecidas por ello, los celos dejarán de ser en nosotras. Seamos agradecidas con Dios y aprendamos a alegrarnos con quienes se alegran porque es muestra de la fidelidad y soberanía de Dios con todos.



Dios ha sido bueno en recordarnos que no porque sea común y aceptado en la vida diaria, es correcto delante de Él. Aunque estos pecados son “olvidados” o minimizados, no dejan de ser pecados. Es tiempo de ponernos a cuentas con Dios y reencaminar nuestra vida con él.


No somos perfectas, su gracia nos mantiene de pie y nos va perfeccionando hasta el día en que Cristo vuelva.


La próxima semana veremos los pecados de iras, contiendas, disensiones y herejías. Dios te bendiga mujer, no pierdas tu comunión con Dios y busca su rostro hoy mismo.


En Su Gracia


Karla




Nuestro próximo diario devocional será de 1 y 2 de Tesalonicenses.

Toda la información, introducción y diario para descargar e imprimir son costo estará disponible el viernes 7 de octubre.


¡Mantente pendiente y no te pierdas de nada!




Tesalonicenses {+diario devocional para imprimir}

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¡Hola Mujer! Bienvenida a un nuevo devocional, esta ocasión estaré estudiando las cartas de Pablo a los Tesalonicenses y lo compartiré contigo. Cabe mencionar que no es un estudio bíblico, sino que estaré compartiéndote mis notas de apuntes mientras lo estudio en casa.


Espero que sea de mucha bendición y que te animes a estudiar y escudriñar la Palabra de Dios versículo a versículo. Leyendo su contexto es más sencillo interpretar y entender lo que el autor está diciendo y cómo podemos aplicarla a nuestra vida el día de hoy.

Te compartiré la introducción a 1 y 2 de Tesalonicenses para conocer más de la historia y lo que se estaba viviendo en esa época.



Tesalonicenses



La iglesia y la ciudad

La ciudad de Tesalónica fue fundada en el año 315 A.C., por Casandro, un general de Alejandro Magno. Nombró la ciudad en honor a su esposa Tesalónica, hija de Felipe de Macedonia y hermana de Alejandro Magno. La ciudad estaba ubicada en una bahía protegida en el extremo noroeste del mar Egeo. Su ubicación favorable contribuyó a su desarrollo como un puerto y ayudó a su crecimiento en población, riqueza e importancia. 


El ministerio inicial de Pablo en Tesalónica se narra en Hechos 17: 1-9. El Apóstol ubicó una sinagoga en la ciudad y por tres sábados sucesivos predicó allí. Su afirmación de que Jesús era el Mesías llevó a la fe a algunos judíos, griegos y particularmente a algunas de las mujeres. Su éxito produjo hostilidad entre los judíos incrédulos, quienes comenzaron un tumulto, llevaron a algunos creyentes delante de las autoridades y los acusaron de deslealtad para con el César.


El anfitrión de Pablo, Jasón, había estado entre los que habían sido llevados ante los jueces de la ciudad; él pagó una fianza a esos líderes. La naturaleza del compromiso no es clara; quizá prometió que Pablo y sus amigos se irían de la ciudad, o les garantizó que la predicación del Apóstol no produciría más dificultades. No puede haber prometido la ausencia permanente de Pablo de la ciudad porque éste intentó regresar en otra ocasión (1 Tes. 2: 18) y probablemente los visitó nuevamente (Hech. 20:1, 2).


La extensión de la estadía de Pablo en Tesalónica es muy debatida.  Hay varios hechos que sugieren que Pablo se quedó en Tesalónica por más de tres semanas, quizá varios meses. - El gran número de convertidos gentiles en la ciudad sugiere una estadía más prolongada (1 Tes. 1:9).


·        El trabajo manual de Pablo en la ciudad sugiere una estadía de más de tres semanas (2 Tes. 3:8).
·        El hecho de que Pablo reconoce que había recibido ayuda de los filipenses más de una vez mientras estaba
·        en Tesalónica sugiere una estadía más prolongada (Fil. 4: 16).
·        La variedad amplia de enseñanza de Pablo durante su estadía en Tesalónica sugiere una estadía más
·        extensa.


Es evidente que la enseñanza paulina en cuanto al regreso de Cristo dejó lugar para preguntas que no habían sido respondidas. 


Paternidad literaria

Las dos epístolas, 1 y 2 Tesalonicenses, afirman la autoría de Pablo. El vocabulario, estilo y teología son paulinos. Si Pablo no fuera el autor de estos escritos, sería difícil explicar la razón para tantos elementos paulinos. ¿Por qué alguien escribiría cartas como estas implicando que venían de Pablo? La afirmación de las epístolas y la evidencia obvia de autoría paulina deberían ser aceptadas como ciertas.



Ocasión

Después que Pablo salió de Tesalónica ministró brevemente en Berea y Atenas (Hech. 17:10-34). En Atenas se le unieron Silas y Timoteo, pero parece que Pablo los envió a Macedonia para trabajar allí (Hech. 17:15, 16; 1 Tes. 3:2); luego ellos se le unieron en Corinto (Hech. 18:5) y Timoteo le trajo un informe favorable del crecimiento de los creyentes en fe y amor (1 Tes. 3:6). Timoteo puede también haber llevado una carta pidiendo instrucciones de Pablo sobre varios asuntos, pero no tenemos manera de probar la sugerencia. Después de recibir información en cuanto a la iglesia, Pablo escribió 1 Tesalonicenses a fin de cumplir varios propósitos:


·        Quería animar a los creyentes mientras enfrentaban una intensa persecución (1 Tes. 2:14; 3:1-4).
·        Respondió a la crítica en contra de su motivación en el servicio cristiano explicando cómo había llevado a cabo su ministerio en Tesalónica (1 Tes. 2:1-12).
·        La presencia de bajos patrones morales en Tesalónica llevó a Pablo a explicar los modelos cristianos para la moralidad sexual (1 Tes. 4:1-8).
·        La muerte de algunos miembros de la congregación les llevó a preguntar cómo podrían participar en la futura venida del Señor y Pablo respondió a estos interrogantes (1 Tes. 4:13-18).
·        La iglesia necesitaba enseñanza en cuanto a un uso sano de los dones espirituales (1 Tes. 5:19-22).


No hay información en Hechos o en 2 Tesalonicenses que explique plenamente cómo la renovación de contactos recientes entre Pablo y los tesalonicenses llevó a la escritura de la segunda carta. En 2 Tesalonicenses Pablo indicó su conocimiento de que algunos creyentes en Tesalónica estaban sugiriendo que el día del Señor ya había acontecido, aparentemente por medio de una epístola que se atribuía erróneamente al Apóstol (2 Tes. 2:2). Pablo también había oído de una ociosidad insana entre los tesalonicenses (2 Tes. 3:11-13). Cuando supo esto probablemente Pablo estaba aún en Corinto, en su segundo viaje misionero.


Escribió 2 Tesalonicenses no mucho después de la primera carta. Lo que le movió a escribir fue el desarrollo del fanatismo escatológico y la ociosidad que causaba división.



Fecha

La estadía de Pablo en Corinto puede fecharse con la ayuda de la Inscripción de Delfos, que brinda información en cuanto a los servicios del procónsul Galión, Galión probablemente asumió su puesto en el verano del año 51 y permaneció hasta el verano del año 52. Pablo fue llevado ante él poco después de la llegada del gobernador a Corinto, esto fue cerca del final del período de 18 meses que Pablo estuvo en esa ciudad (Hech. 18:9-18). El ministerio paulino en Corinto comenzó probablemente en el año 50; Pablo escribió 1 Tesalonicenses en ese año o al siguiente. Hay quienes han sugerido que 2 Tesalonicenses fue escrita antes que 1 Tesalonicenses. Ninguna de las epístolas indica que sea antes o después que la otra, de modo que puede ser que la sugerencia sea correcta.
Algunas indicaciones en 2 Tesalonicenses parecen indicar la existencia de una carta previa (2 Tes. 2: 15; 3:17); sería natural entender que son referencias a 1 Tesalonicenses. En la ausencia de razones adecuadas para apoyar un cambio en el orden de escritura, es mejor retener el orden tradicional.


Asumiendo la prioridad de 1 Tesalonicenses, podemos fechar la escritura de 2 Tesalonicenses unos pocos meses después de la primera carta. Silas y Timoteo están aún con Pablo (2 Tes. 1: 1). Una fecha entre los años 51 o 52 es probable, siendo el primer año el más probable.







Sin duda, un par de cartas en las que encontraremos valiosas enseñanzas. Durante las semanas que estaremos estudiando este libro, buscaremos poner en práctica lo que aprendamos.


Leamos con atención, oremos a Dios para que nos hable y muestre a través de este bello libro las áreas que debemos cambiar, mejorar, ampliar o comenzar a implementar en nuestra vida.


Es un nuevo reto, aprovechemos y bendigamos la oportunidad de leer con libertad la Palabra de Dios, atesoremos cada uno de sus versículos en nuestro corazón y amemos todo lo que tiene para nosotras.



¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
    Todo el día es ella mi meditación.

Salmo 119:97


En Su Gracia


Karla




Si aún no descargas tu diario devocional sin costo, aún estás a tiempo. Sólo da clic en la imagen o aquí:





Pecados comunes {segunda parte}

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Hola mujer, la semana pasada te compartía acerca de los pecados de Gálatas 5:20 (idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos)  y hoy te compartiré unos más que son pecados comunes y de los que creo nos hemos acostumbrado tanto a ellos que los practicamos o los pasamos por alto.


Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia,
idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías,
 envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas;
acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes,
que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

Gálatas 5:19-21



Dios nos ayude y nos muestre en qué es lo que estamos fallando para poder ponernos a cuentas con Él.


IRAS. -  Esto también es común mujer, más de lo que imaginamos.
Ira es la palabra griega: “thumos” que habla de estallar en ira, en enojo, en furor. No es vivir siendo iracundo sino estallar en ira. ¿Te ha pasado? A mi sí. He perdido la calma en un momento y después me doy cuenta de ello y ¡ah! Es tremendo porque el Espíritu Santo guía a eso, sino a ser manso.


Necesitamos aprender a controlarlo, sobre todo porque buscamos vivir la vida guiada por el espíritu y ya no por la carne. ¿Cómo podemos lograrlo? Buscando a Dios, sujetando nuestra carne al Espíritu. Las pruebas de Dios son para forjar nuestro carácter, así que entre más rápido aprendamos es mejor.



CONTIENDAS. - Aquí Pablo uso la palabra griega “eritheia” y el comentario bíblico de Guzik ilustra esto de manera muy clara:


“Es la palabra griega eritheia, y la palabra tiene una historia interesante. Comenzó como una palabra perfectamente respetable que significa “trabajar por un sueldo.” Con el tiempo, comenzó a decir el tipo de trabajo que se hace por dinero y no por otra razón. A continuación, se utiliza para describir los políticos que hacen campaña para la elección, no por lo que el servicio que pueden dar al gobierno y al pueblo, pero sólo para su propia gloria y beneficio. “El terminó significa” ambición egoísta“, la ambición, que no tiene ningún concepto de servicio y cuyos objetivos sólo son ganancias y poder.”Es el corazón de una persona cuya primera pregunta siempre es: “¿Qué hay para mí?” ¡Pero sin duda, el Espíritu Santo nunca guio a nadie a ambiciones egoístas!




DISENSIONES. - “Falta de acuerdo o de aceptación por parte de una persona, de una situación, una decisión o una opinión” también significa “oposición, desacuerdo, disputa entre personas”


¿Te suena familiar? Hoy en día basta con abrir alguna red social y ver que ya no caminamos juntos en muchas situaciones. Y es más común, necesitamos la sabiduría de Dios para caminar con quienes nos rodeamos sin que se siembre discordia en ninguna de las partes.




HEREJÍAS. - Son opiniones muy personales que toman una verdad de la Biblia que pueden apartarnos de la verdad central del evangelio. Es la palabra griega “hairesis” que significa “Elección” preferencia o inclinación por una doctrina u opinión.


De ahí nacen las sectas, toman una verdad Bíblica sólo por conveniencia. Es una obra de la carne, causan divisiones, promueven las falsas enseñanzas que por supuesto dividen al cuerpo de Cristo. ¿Conoces alguna herejía? ¿Alguna enseñanza que vaya contraria a la Biblia y ello haya dividido el cuerpo?


Pidamos a Dios ser guardadas de todas ellas, por eso es tan importante conocer la Palabra de Dios, estudiarla, indagar y buscar consejo de personas que sepamos tienen una sana doctrina y que su enseñanza se basa 100% en la Biblia en todo su contexto.


Necesitamos analizar las corrientes doctrinales a través de la Biblia, pidamos perdón a Dios si hemos estado en estos pecados sin habernos arrepentido porque nos hemos acostumbrado a ellos. Confesemos estos pecados y busquemos dejar todas esas prácticas para que la luz de Cristo resplandezca. Que podamos ser limpiados con la sangre de Jesús y decidamos apartarnos de esas prácticas para alcanzar misericordia.



Gracias a Dios porque su Palabra es clara, busquemos el rostro de Dios en oración y pidamos que nos muestre si hay algo que nos esté alejando de Él, si está interfiriendo en nuestra comunión con Él.



Nos leemos pronto mujer, Dios te bendiga y guarde.



En Su Gracia



Karla



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