Hoy continuamos con el estudio de Encontrando a Jesús en el Antiguo Testamento. Puedes leer el artículo anterior en este enlace.
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Continuamos con este hermoso estudio “Encontrando a Jesús en el Antiguo Testamento” y reflexionamos si continuamente vemos a Jesús a lo largo de todos los pasajes de la Biblia, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Continuamos con la historia de Jacob para ver como la justicia de Dios se cumple con él también. Recordemos que engañó a su padre y a su hermano y ahora después de trabajar 7 años por Raquel ¿qué le hace Labán? Él le entregó a su hija mayor Lea, lo engañó.
Jacob trabajó 7 años más para poder casarse con Raquel, la justicia de Dios es increíble y a la medida. Jacob vivió la primera parte de su vida engañando a la gente y el Señor permite que ahora sea él el engañado. Es un ejemplo de lo que nos dice Mateo 7:2 “Porque con el juicio con que juzguéis, seréis juzgados; y con la medida con que midáis, se os medirá.” Nuestro Dios es un Dios justo, y su disciplina es de acuerdo con la severidad de la infracción.
Probablemente por la misericordia divina y la profundidad de nuestra maldad es mucho menos de lo que merecemos; sin embargo, Dios reconoce nuestra debilidad y sabe cuánto podemos resistir.
Revisando la historia, vemos que hasta este punto Jacob pasó toda su vida buscando la bendición del Señor tratando de obtenerla, maquinando para lograrla, soñando con ella, luchando por obtenerla y trabajando por conseguirla. Hasta que llega un punto que se da cuenta que su trabajo es descansar en ella. A través de todas estas situaciones Dios está formándolo a la imagen de Su Hijo. Jacob quería las buenas nuevas de Dios, pero todavía no quería a Dios. Él quería las bendiciones de Dios más no una relación de intimidad con Dios”
Comenzamos a ver un cambio eventualmente en el comportamiento de Jacob por la fidelidad de Dios, y esto se manifiesta por la forma en la que él trata a Esaú cuando regresó a su pueblo. Recordemos que él recibió de parte de Jesús en su sueño, la certeza de que su descendencia sería innumerable. Y nosotras sabemos que esto es porque el Mesías vendría de su linaje. Aun así, al salir de Padan Aram, Jacob otra vez engañó a su suegro por miedo a que le quitara sus esposas.
Antes, en su mente él estaba engañando a Labán con el rebaño. Jacob cuidaba el rebaño de Labán e hicieron un acuerdo de que Jacob sería el dueño de todas las cabras moteadas y manchas, y de los corderos negros, como leemos en Génesis 30:37-39 “Entonces Jacob tomó varas verdes de álamo, de almendro y de plátano, y les sacó tiras blancas de la corteza, descubriendo así lo blanco de las varas. Y colocó las varas que había descortezado delante de los rebaños, en los canales, en los abrevaderos, donde los rebaños venían a beber; y se apareaban cuando venían a beber. Así se apareaban los rebaños junto a las varas; y los rebaños tenían crías rayadas, moteadas y manchadas.”
En lugar de confiar en Dios quien realmente aumentaría su rebaño, Jacob maquinó a su manera. En el capítulo 32 leemos cuando en el camino hacia Canaán, Jacob luchó con un hombre toda la noche y rehusó soltarle hasta que le bendijera y el hombre cambia el nombre de Jacob a Israel. Jacob recibió la bendición, sin embargo, el hombre tocó la coyuntura del muslo y lo dislocó. ¿Quién fue este hombre con quien luchó toda la noche? Jesucristo.
Jacob dice en Génesis 30:30 “He visto a Dios cara a cara y ha sido preservada mi vida” él pudo reconocerlo. Él trato de Jacob con Esaú a partir de este tiempo es diferente, primero, aunque tiene miedo de su hermano él envió mensajeros donde él para avisarle de su llegada y le envió gran regalo para hallar gracia. Los mensajeros, sin embargo, regresaron para avisarle que Esaú venía con cuatrocientos hombres y por primera vez vemos a Jacob buscar la ayuda de Dios en génesis 32:9-11
“Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh Señor, que me dijiste: “Vuelve a tu tierra y a tus familiares, y yo te haré prosperar”, indigno soy de toda misericordia y de toda la fidelidad que has mostrado a tu siervo; pues con sólo mi cayado crucé este Jordán, y ahora he llegado a tener dos campamentos. Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo le tengo miedo, no sea que venga y me hiera a mí y a las madres con los hijos.”
Finalmente, Jacob aprendió de dónde viene su socorro, no de las maquinaciones o manipulaciones sino de Dios Todopoderoso. Y cuando Jacob encontró gracia a los ojos de Esaú, y este rehusó su regalo porque no lo necesitaba, leamos la respuesta de Jacob en Génesis 33:10-11 “Mas Jacob respondió: No, te ruego que, si ahora he hallado gracia ante tus ojos, tomes el presente de mi mano, porque veo tu rostro como uno ve el rostro de Dios, y favorablemente me has recibido.Acepta, te ruego, el presente que se te ha traído, pues Dios me ha favorecido, y porque yo tengo mucho. Y le insistió, y él lo aceptó.”
Este no es el mismo hombre que buscaba aprovecharse de cada situación, sino que es un hombre humilde y con gratitud ahora. Desde pequeño, Jacob conocía de Dios, sin embargo, es hasta que tuvo este encuentro personal con Jesucristo que se dio un cambio, él cayó en cuenta de su pecado y su necesidad de Dios. Este cambio no es diferente con nosotras, conocemos a Jesús como nuestro Señor y Salvador y entonces comienza un proceso de renovación, de redención en nuestra vida.
Podemos ser criadas en hogares cristianos, ir a la iglesia por años y tener los usos y costumbres cristianos y a la vez, no tener un encuentro personal con Jesús.
Cuando Jesucristo nos toca de manera personal, nuestra vida cambia, procuremos ser transformadas por Él para que nuestra vida muestre al mundo quien es nuestro glorioso Señor, que podamos tener un encuentro personal con Él y que no sea solamente una conducta externa buscando la aprobación del hombre, maquinaciones de nuestro corazón engañoso.
Procuremos ser transformadas por Él para que podamos vivir vidas que testifiquen de Él, pidamos al Señor que abra nuestro entendimiento para asimilar sus verdades y hacer realidad nuestras vidas y estar más cerca de Él y crecer en nuestra fe con una vida de mayor obediencia y rendición a Su voluntad.
Hasta aquí el estudio de este bello tema. ¡Nos leemos pronto!
En Su Gracia
K A R L A
Damos muchas gracias a Dios por cada hermana del ministerio Mujer para la Gloria de Diosquienes nos dieron la oportunidad de compartir este estudio, un estudio de mucha bendición y edificación para el cuerpo de Cristo. Visita también Soy Mujer de Valory déjanos tus comentarios. ¡No olvides que puedes escuchar el estudio en vivo directamente en este enlace!
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La próxima semana estudiaremos“José como tipología de Jesús” ¡No te lo pierdas! ¡Dios te bendiga!