Es como nave de mercader;
Trae su pan de lejos.
Trae su pan de lejos.
Proverbios 31:14
Recuerdo a mi madre todos los días yendo a hacer las compras para la comida. Mi papá la llevaba día a día por las raciones frescas. Volvían con frutas, verduras, carne, lácteos y todo lo que necesitaba para hacer de comer a un batallón que tenía de hijos.
Pero también recuerdo que mi papá nos platicaba de cuando ellos vivían en la hacienda que nacieron, ahí no había supermercado, cada familia tenía una parcela donde sembraban los diferentes alimentos, maíz, frijol, chile, ellos alimentaban y engordaban ganado, tenían gallinas y consumían su carne y los huevos. Cada mujer se encargaba de preparar los alimentos que los varones sembraban y cosechaban. Caminaban largas distancias con tinas de ropa sobre su cabeza para lavar la ropa de la familia en el río. No había luz así que usaban velas y lámparas de aceite, no existían los aparatos electrodomésticos, no en la casa de un jornalero.
Cuando platicábamos acerca de lo fuertes que eran los hombres del siglo pasado, mi papá decía “comíamos sano, todo era natural mucho se debe a la alimentación”. En su vejez, él optó por sembrar sus legumbres y verduras en su jardín y consumirlas frescas.
Hoy vemos con tristeza que mucha de la comida que consumimos ya no es tan natural, algunas son transgénicas llenas de pesticidas y hormonas, la carne es “sustituto de…” la leche ahora es “fórmula láctea”, la verdura y fruta algunas veces no tienen sabor a lo que son. Y en nuestro hogar es donde nosotras siendo mujeres sabias, debemos saber alimentar a los nuestros.
La mujer virtuosa se dice que era “como nave de mercader” podía recorrer grandes distancias para obtener el mejor alimento para su familia. Imagino la labor tan grande de esta mujer, pues, en aquél entonces no había neveras donde conservar por más tiempo las raciones.
¿Qué podemos hacer nosotras en estos tiempos? Quizás no tenemos espacio ni conocimiento para sembrar y cultivar nuestros propios alimentos o para engordar animales y vivir comiendo de ellos. En esta cultura veloz, donde todo está precocido, preparado, envasado, cocinado y listo para calentar y comer. Tú y yo debemos frenar un poco y analizar a detalle qué estamos dando de comer a los nuestros.
Mira, sé que es muy cómodo abrir una lata de sopa instantánea, calentar unas milanesas de res precocidas y tener la comida lista en 10 minutos, sin ensuciar trastes, sin cansarte y a tiempo. Más aun cuando trabajamos fuera de casa o tenemos un negocio que atender, estudios que realizar, etc. pero no podemos tomar a la ligera esto, se trata de nuestro alimento, de lo que estamos llenando nuestro cuerpo y el de nuestra familia.
Quizás necesitemos hacer un plan de alimentos semana a semana, planificar desayunos, comida y cena y dedicar un día para las compras e ir preparando los alimentos poco a poco. Hacer de comer bien a mi familia me toma una hora y media, pero entiendo que hay mujeres que no cuentan con ese tiempo en las mañanas, por eso creo buena la idea de ir haciendo en partes.
Hacer las compras ahora es más sencillo, porque gracias a Dios tenemos electrodomésticos que nos ayudan a conservar los alimentos más tiempo. Aprendí de una mujer que un día a la semana se da el tiempo para planificar sus comidas, al día siguiente hace todas las compras para la semana y por la noche junto a su esposo pican toda la verdura, frutas y vegetales guardándolos en recipientes en el refrigerador, así como la carne. Teniendo todo listo es más sencillo llegar a casa y preparar la comida o cena para ella y su esposo. ¡Me parece fabulosa la idea!
Tal vez no caminemos largas distancias para encontrar alimentos, pero nuestro desafío ahora en estos tiempos, es cocinar sano, lo más natural posible, poner empeño en darle a nuestra familia alimentos de calidad, buenos y saludables porque estaremos ayudando a cuidar su cuerpo, el templo del Espíritu Santo.
Es una bendición poder alimentar a los nuestros y darles lo mejor, ninguna mujer virtuosa le daría chatarra todo el tiempo a sus hijos sabiendo que en sus manos está el deber de alimentarlos bien ¿no crees?
Hay tantos lugares donde conseguir recetas de cocina fáciles, rápidas, saludables y económicas, mira, este canal de YouTubees de mis favoritos.
Que el tiempo, las ocupaciones, las distracciones no nos roben la oportunidad de alimentar bien a los nuestros. Pongamos orden y equilibrio en nuestro hogar y vivamos buscando lo mejor para ellos.
En Su Gracia
K A R L A